16. El Veneno De La Duda

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Jennie bajó las escaleras hacia la cocina, el aroma tentador del desayuno flotaba en el aire, guiándola hacia la mesa. Al llegar, se encontró con Rosé y Jisoo, quienes ya estaban sentadas, compartiendo risas y charlas matutinas mientras disfrutaban de su desayuno.

— ¡Buenos días, chicas! — con una sonrisa cálida, Jennie saludó a las chicas.

Rosé levantó la vista y su sonrisa se ensanchó al ver a Jennie entrar.

— ¡Hey, Jennie! ¿Cómo dormiste? — Jennie asiente, como respuesta.

— Ven, siéntate a comer — ofrece Jisoo con una sonrisa.

Jennie toma asiento, devolviéndole la sonrisa. El desayuno lucía delicioso, una verdadera obra de arte culinaria.

Jisoo desliza una bandeja de frutas frescas hacia Jennie.

— ¿Quieres algunas fresas? — ofrece.

— Oh, sí, por favor. Gracias, Jisoo — coge una y se la lleva a la boca.

— ¿Pudiste dormir? — pregunta su hermana —. Porque como anoche Lisa no pudo estar contigo...

Jennie pone los ojos en blanco.

— Quisiera decir que por eso no pude dormir, pero la verdadera razón es otra — dice mirándolas fijamente.

No tardan en entender lo que Jennie trata de decir. Con las mejillas ruborizadas, deciden no responder y seguir desayunando, permitiéndole a Jennie ganar la batalla.

Jennie había estado esperando anoche con ansias ver a Lisa, pero Lisa tenía que seguir con su turno en el hospital, y eso había hecho que sus interacciones fueran más limitadas. Aunque Jennie entendía la importancia del trabajo de Lisa, no podía evitar sentirse un poco abandonada. Últimamente, había sentido una distancia entre ellas.

Intentó comunicarse con Lisa enviándole mensajes de texto, pero las respuestas eran escasas y tardaban en llegar. La preocupación comenzó a crecer en Jennie, preguntándose si algo más estaba sucediendo.

Mientras mordisqueaba su tostada, Jennie imaginaba el momento en que llegaría al hospital y vería a Lisa. Quería asegurarse de que Lisa estuviera bien y también estaba ansiosa por preguntarle sobre la cena que su madre había organizado. ¿Seguiría siendo un sí la respuesta de Lisa?.

La idea de tener a Lisa en la casa de sus padres, compartiendo una cena con su familia, le llenaba el corazón de alegría. Visualizaba la mesa adornada con deliciosos platos caseros, el ambiente cálido y acogedor, y a Lisa allí, sonriendo y conversando con su familia. No podía esperar para compartir ese momento especial con ella.

Hacía solo unos días que su padre había sido dado de alta del hospital y ahora estaba descansando en casa. Hacía solo unos días que su padre había sido dado de alta del hospital y ahora estaba descansando en casa. La atmósfera en la casa había cambiado desde entonces. Aunque su padre aún necesitaba cuidados y descanso, el hecho de que estuviera en casa había traído un sentido de alivio y normalidad a la familia.

Observando cómo Nam-joon se ocupaba de las necesidades de su padre con cuidado y diligencia, Jennie no podía evitar sentirse agradecida por tenerlo cerca. Era reconfortante saber el hospital estaba en buenas manos y que podían confiar en Nam-joon, mientras el señor Kim se recuperaba en casa.

Jennie se acomodó en el asiento trasero del auto de su hermana, agradecida por la oportunidad de relajarse un poco mientras su hermana conducía. Mientras el paisaje urbano pasaba velozmente por la ventana, Jennie ajustó su chaqueta y respiró profundamente, preparándose mentalmente para el día que tenía por delante.

Enferma De Amor (Jenlisa)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora