Jennie y Lisa están tumbadas sobre una manta en la parte trasera de la cabaña, mirando el cielo nocturno plagado de estrellas. El aire es fresco y el silencio solo es roto por el ocasional susurro del viento y los grillos en la distancia. Ambas disfrutan de la tranquilidad del momento. Sin embargo, Jennie no puede dejar de pensar en lo que vio el día anterior: el anillo en la maleta de Lisa. La curiosidad y la inquietud la consumen, y finalmente decide preguntar sin mencionarlo.
— Lis, ¿puedo hacerte una pregunta? — dice Jennie, sin dejar de mirar las estrellas.
— Claro, Jenn. ¿Qué pasa? — responde Lisa, con una sonrisa.
Jennie toma aire y, tratando de sonar casual.
— ¿Alguna vez has pensado en casarte?
La sonrisa de Lisa se desvanece y sus ojos se fijan en un punto indeterminado del cielo. El silencio entre ellas se hace palpable, solo roto por el murmullo lejano de la naturaleza.
Pasan unos segundos que parecen eternos.
— No suelo pensar mucho en ello — contesta finalmente Lisa, con una voz tranquila pero seria. Luego, añade: — ¿Y tú, Jennie? ¿Tú piensas en casarte?
Jennie sonríe, su mirada se suaviza y responde con calma.
— Sí, siempre he soñado con ello. Espero casarme antes de los 30 y tener hijos.
Lisa se queda callada, nerviosa por la claridad con la que Jennie expresa sus deseos. Siente un nudo en el estómago, pero intenta mantener la calma.
— ¿Cuántos hijos te gustaría tener? — pregunta Jennie, girando su cabeza para mirar a Lisa.
Lisa toma un momento antes de responder, mirando aún al cielo estrellado.
— Tres — dice, finalmente, con una sonrisa tímida.
Jennie suelta una risa suave.
— A mí me gustaría tener cinco hijos.
Lisa ríe, su nerviosismo se disipa un poco con la respuesta inesperada de Jennie.
— ¡Cinco! — exclama, riendo —. Bueno, en ese caso, vamos a necesitar una casa grande.
Lisa se acomoda, mirando a Jennie con una expresión soñadora.
— Siempre me ha fascinado la arquitectura francesa; me encantaría tener una casa así — dice con entusiasmo.
Jennie alza las cejas, interesada.
— ¿De verdad? — responde con una sonrisa.
— Sí, ¿no te lo había mencionado? — Jennie niega con la cabeza, aun sonriendo.
— No, nunca me lo habías contado. Lo más cercano que he visto de Francia es un desfile — comenta Jennie, y ambas ríen.
Lisa se inclina un poco hacia adelante, animada.
— Bueno, déjame contarte cómo son: la fachada de la casa está hecha de piedra de cantera, típica de las casas rurales francesas, con detalles en madera envejecida. Las ventanas son amplias y están enmarcadas con contraventanas de madera pintadas en tonos suaves de azul o verde, lo que añade un toque de color y encanto. Aunque, personalmente, prefiero el amarillo — añade Lisa, riendo.
Jennie sonríe, enamorada, al ver cómo brillan los ojos de Lisa mientras describe su casa perfecta.
— El techo es a dos aguas, cubierto con tejas de barro que le dan un aspecto cálido y acogedor. Y, por supuesto, una chimenea. No vamos a querer morir de frío — dice Lisa, provocando la risa de Jennie.
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Enferma De Amor (Jenlisa)
FanfictionEl Hospital Kim Health es una institución destacada en Corea del Sur, donde los mejores médicos se esfuerzan por brindar atención de primera. Kim Jennie, una neurocirujana y la hija menor del señor Kim, propietario del hospital, se embarca en nuevas...