Capítulo 11

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Pov jennie.






No puedo creer que hayan pasado varias semanas, desde aquel día en la casa abandonada, era lo que pensaba mientras mis dedos jugaban con el borde de mi taza de café, era hora de mi descanso.

Lisa estaba sentada enfrente de mí en nuestra mesa habitual del restaurante, pero evitábamos el contacto visual entre las dos.

El silencio entre nosotras se hacía casi palpable. Ninguna de nosotras quería ser la primera en tocar el tema de ese día, y a estas alturas, ni siquiera sabía cómo empezar.

Las palabras simplemente se negaban a formarse en mi mente.

¿Cómo podía preguntarle si para ella había significado algo cuando ni yo podía encontrar una manera de expresar lo que sentía?

Además, en todo este tiempo Lisa no dijo nada. Su silencio fue suficiente como para sentir que mi corazón se encogía., no creía poder soportar saber que quizás era otra ilusión de que ella me quería como algo más.

Fueron días en que traté de leer sus expresiones, pero ella estaba cerrada, totalmente inaccesible.

Los días después de aquel encuentro en la casa abandonada habían sido un mar de confusión para mí. Intenté concentrarme en el trabajo, esperando que de alguna forma eso me ayudara a olvidar mis sentimientos por Lisa. Pero cada vez que la veía, cada vez que escuchaba su risa o sentía su cercanía, todo volvía.

Pero no hubo ningún indicio de ella en querer tocar el tema.

Y así quedó, sin resolver, enterrado bajo la superficie de nuestras palabras no dichas.





Un día, los muchachos estaban surfeando, desde temprano por la mañana, pero era alrededor de la hora en que regresarían pronto como niños pequeños reclamando por comida.

Todos ellos muy hambrientos.

Así que, como de costumbre, como sabía de memoria cada uno de sus gustos por la comida, puse todas sus órdenes anotadas en el papel de pedidos, para que los cocineros comenzarán a preparar los platos, luego fui a ocuparme de una nueva mesa que estaba afuera en la cubierta con vista a la playa.

Amber, que ha trabajado durante años para mis padres, me dijo que era una mesa solo para una persona, así que coloqué cuidadosamente un vaso de agua, papas fritas y salsa en la bandeja con mis ojos observando intensamente el movimiento del vaso.

Odiaba usar esta maldita cosa, Pero era la forma en poder llevar más de lo necesario para atender al cliente.

Y siempre lo haría sin tratar de fallar en nada, cada movimiento y cómo llevarla ya la había aprendido a manejar, Amber y los demás camareros me ayudaron a dominar la maldita cosa.

Estoy muy agradecida por ello.

Pero esta vez no era la bandeja lo que me hizo cometer un error, alcancé a servir en la mesa las papas fritas y la salsa, y simplemente fue mi torpeza cuando accidentalmente golpeé el vidrio, tiré por accidente al regazo del cliente el vaso de agua fría.

" ¡Santa mierda! ¡Lo siento mucho, lo siento mucho, yo lo arreglaré" Corrí a buscar más servilletas para poder limpiar el desastre que ocasione, y cuando volví, la persona se puso de pie, tratando de secarse el agua de sus pantalones cortos color beige.

Mentalmente me insulte yo misma por mi error.

En ese momento, o mejor dicho, fue entonces cuando noté lo alto que era el cliente, tan alto como todos mis muchachos, bueno casi todos, Jisoo era un poco más baja.

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