My Favorite Girl

Capítulo 22

Pov Lisa

Llegué al hospital con mi madre, y el pie casi colgando y una palpitación aguda en mi cabeza después del accidente en la playa.

Todo fue tan rápido, un giro inesperado en la ola y luego el impacto. Los paramédicos me llevaron rápido, en medio de la ansiedad de mi madre, que no dejaba de repetirme que todo estaría bien.

Pero más de eso no me dirigió palabra alguna, estaba tan enfadada conmigo.

No pasó mucho tiempo hasta que mi papá llegó a la sala de urgencias a recibirnos, todavía con su bata blanca.

Su cara mostró una sombra de sorpresa, algo que no se veía muy a menudo. Mi madre le explicó de inmediato: "Fue un accidente, Marco, solo un accidente".

Mi padre frunció el ceño, claramente no estaba convencido, pero no presionó más.

Sabía que este no era el momento ni el lugar para los interrogatorios.

La prioridad era mi herida.

"Vamos llevenla rápido a suturar esa herida", dijo, desviando su atención a los paramédicos que me habían llevado a la sala de urgencias.

"¿Tú me atenderás?", le pregunté, con la voz llena de dolor pero aliviada al verlo.

Él negó con la cabeza suavemente.

"Hoy solo estoy haciendo rondas, Lisa. Mi amigo Marck está de turno en urgencias. Te dejaré en buenas manos con él a cargo".

Asentí, sintiendo una mezcla de alivio y nerviosismo al no tenerlo cerca.

"Entonces te veré después".

"Esta noche como siempre, después de aquí, iré a mi consultorio a atender consultas particulares", respondió con una leve sonrisa.

"No te preocupes, todo estará bien hija, y hablaremos sobre esto en casa".

Mi madre me sostuvo la mano, y luego se dirigió a él.

"Marco, cariño, sigue con tu trabajo. Yo estaré aquí esperando por ella".

Ambos se acercaron al otro, para darse un beso en los labios, yo solo rodé mis ojos, de lo pegajosos que era, Pero me gustaba la forma en que ellos se amaban, y desearía en algún futuro poder hacerlo así con jennie.

Después mi papá me revuelve el cabello y mira hacia mi pie negando algo molesto.

Luego observé cómo él se alejaba, su figura enérgica recorriendo los pasillos del hospital, mientras mi madre a pesar de estar molesta conmigo, ella me daba una reconfortante caricia en el hombro.

La sala de urgencias estaba a pleno ritmo, pero sentí una chispa de paz.

Sabía que a pesar del caos momentáneo, estaba rodeada de personas que se preocupaban por mí.

Unos minutos después, el doctor Marck llegó.

Me sonrió con familiaridad, listo para empezar con las suturas.

Mientras él trabajaba, no pude evitar pensar en lo que mi padre indagaría más tarde. Había más en ese accidente de lo que mi madre y yo habíamos compartido.

Pero por ahora, todo lo que importaba era curar la herida y regresar a casa segura con ellos esperando al otro lado.

Habían transcurrido algunos días y yo estaba en casa tomando reposo según lo recomendado, Pero era algo absurdo con el dolor en mi pie y sin poder caminar libremente no era mucho lo que yo podría hacer.