♡ ℂ𝕒𝕡𝕚́𝕥𝕦𝕝𝕠 𝟛 ♡

68 16 11
                                        

Nos adentramos al interior de la Torre mientras un guía turístico nos va explicando cada una de las atracciones que en esta de encuentran.
La Torre CN es una verdadera belleza de 147 pisos, la cuál también consta de restaurantes y miradores para apreciar toda la ciudad desde las alturas.
Luego de un largo recorrido decidimos ir a almorzar en el restaurante 360 que se encontraba incluido en la guía.

Este lugar sin dudas es una verdadera belleza. Todo en su interior es muy moderno y en este momento se encuentra repleto de turistas o quizás ciudadanos. Al parecer todos son un poco antipáticos y poco sociables, pero vale la pena intentar hablar con alguien.
Me dirijo hacia la recepcionista para reservar una mesa en la que podamos disfrutar de las vistas y la buena comida del lugar.

-Hola, Buenas tardes- Saludo, llamando la atención de la recepcionista que se encontraba mirando la pantalla de su celular- Me gustaría reservar una mesa para cuatro personas.

-Buenas tardes, señorita, lamento informarle que la última mesa de cuatro personas ya fue ocupada por una familia- Dice, señalando discretamente a una mesa del fondo, en la que toman lugar una señora y sus aparentes dos hijos- Pero si gusta podemos ofrecerle una mesa más grande cercana a la ventana- Señala la mesa de al lado.

-Sí, me parece bien, muchas gracias- Pago el dinero de la reserva y me dirijo junto a mis padres y mi abuela, hacia la mesa que nos fue asignada.

Tomamos lugar en nuestros asientos bajo la mirada de algunas de las personas que ya se encontraban en el lugar, incluyendo a los de la mesa de al lado.
Esperamos a un camarero mientras miramos el menú- Y bien, ¿que van a pedir?- Pregunta papá luego de unos minutos.

-Yo solo quiero una pizza- Respondo. La pizza ha sido mi comida favorita desde que tengo uso de razón.

-Está bien, pues una pizza tendrás- Papá, me sonríe mientras toma las órdenes de mamá y su querida suegra.

Saco mi celular para distraerme un poco en lo que esperamos. Al mirar por la ventana, se me ocurre la idea de tomarle una foto a la ciudad y subirla a mis redes, así que me levanto de mi asiento discretamente para ubicarme frente al gran ventanal. Las vistas son increíbles. Continuó desplazándome por el restaurante, grabando todo a mi alrededor, como la turista que en este momento soy.

Me distraigo tanto buscando la toma perfecta para las decoraciones del techo, que no puedo evitar chocarme con la mesa cercana a la nuestra, en la que ahora se encuentran una madre sorprendida, una pequeña, un poco asustada y un chico, posiblemente de mi edad; observando como me he derramado toda la comida sobre el vestido.
Me quito el abrigo avergonzada, para cubrir las manchas, mientras la señora se levanta de su mesa. Por un momento pensé que me reprendería, pero al contrario, me ofreció unas servilletas y me guió hasta el baño para limpiarme un poco.
Intento limpiarme las manchas lo más que puedo pero es imposible que con un poco de agua se quiten fácilmente, así que sin más remedio me decido por volver a salir hacia donde se encuentran mis padres. Luego de recoger todas nuestras cosas, mi abuela llama a uno de los camareros para pagar la cuenta.
Ya me encuentro fuera del local, sentada cubriendo mi sucio vestido con el abrigo, cuando de repente siento como alguien toca mi hombro. Me giro sobresaltada, rápidamente enfoco el rostro del chico de la mesa, que minutos antes, fue el motivo de mi desastrosa apariencia.

-Hola- Saluda con una sonrisa tímida- Emm..Siento mucho lo que pasó con tu vestido.

No puedo creer que sea él el que se esté disculpando, cuando fui yo la torpe que se chocó contra su mesa y arruinó todo su almuerzo.

-No, yo soy la que debe disculparse. Perdón por arruinarlo todo- Agacho mi cabeza ante la vergüenza que siento en este momento- Prometo que pagaré toda la comida.

- Tranquila, no es nece...

-Sí, sí lo es- Le interrumpo antes de que pueda terminar la frase- Lo pagaré lo más pronto posible.

-Bueno, si tanto insistes podrías pagarlo dándome tu número- Me sonríe haciendo que se marquen unos pequeños hoyuelos en sus mejillas.

También le sonrío, mientras siento mis mejillas tornándose de un color carmín- Está bien- Acepto luego de procesar la oferta.
Intercambiamos números de teléfono mientras siento como de vez en cuando me lanza miradas discretas. La verdad es que el chico luce muy tierno con sus pequeños hoyuelos que le dan una vibra alegre y carismática; y con su cabello castaño desordenado.

-¿Podría conocer el nombre de la bella dama? - Pregunta levantando la vista de su celular.

-Layla...Layla Cooper- Balbuceo mientras coloco un mechón de cabello detrás de mi oreja- ¿Y el suyo?

-Alex...Alex Wood- Dice imitando mis movimientos con un poco de burla, lo que me hace reír- Es un placer conocerla, Layla- Me estrecha la mano derecha, la cual acepto y posa un pequeño beso en su dorso.

-Igualmente, Alex- Sonrío mientras mis nervios aumentan.

-Bueno, ya me tengo que marchar, espero que nos veamos algún otro día.

-De seguro que sí

Nos regalamos una última sonrisa para luego volver con nuestras familias. Este chico es un verdadero encanto, y no miento al decir que sí quisiera volver a verlo algún día.
Un rato después veo a mis padres salir del restaurante, así que nos dirigimos hacia la casa, deseo llegar lo más pronto posible para poder cambiar este sucio vestido que aún llevo puesto.

✩.・*:。≻───── ⋆♡⋆ ─────.•*:。✩

Nota del autor:

Y bien, queridos lectores :)
¿Que les pareció nuestro chico Alex?
Cualquier opinión que tengan no olviden comentarla.
Sin más que decir...
Nos vemos en el próximo capítulo<3

Bajo el Cielo de tus OjosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora