♡ ℂ𝕒𝕡𝕚́𝕥𝕦𝕝𝕠 𝟚𝟘 ♡

30 8 1
                                        


-¡Familiares de Dylan Walker!- Escucho a una enfermera llamar desde la sala de operaciones.

-¡Yo! ¡Yo soy su...su novia!- Me acerco rápidamente mientras me seco las lágrimas con el dorso de mi mano. Me encuentro muy despeinada y sucia. El vestido terminó completamente lleno de sangre, pero ahora mismo no estoy de ánimos para fijarme en esas cosas, bueno, estoy completamente destrozada- ¿Qué ocurre? ¿Alguna buena noticia?- Pregunto desesperada.

-Señorita...Lamento informarle que su novio ha fallecido- Sentí mi mundo derrumbarse al escuchar esas palabras. Ya sabía que había muerto, pero el que me lo hayan confirmado...el que me hayan confirmado que no volveré a verlo o a sentirlo, me torturaba.

-¡Layla!- Me doy la vuelta al escuchar la voz de mi madre, la cual se encontraba corriendo por los pasillos hacia mí.

-Mamá...él...ha muerto- Me dejo caer en los brazos de mi madre- ¡No puede morir, mamá! ¡Tiene que estar vivo. No me puede dejar sola!

-Cariño, lo siento mucho, de verdad. Deberías ir a casa con nosotros, tomarte una ducha y descansar un poco. Verás que te hará bien.

-¿¡Cómo quieres que esté bien luego de ver morir al chico que amo?!- Grito desesperada.

-Señorita- Interrumpe la doctora, apareciendo por la misma puerta de donde salió la enfermera hace unos minutos- Me gustaría hablar con usted sobre...

-Yo hablaré con usted- Mi madre me sienta lentamente en una de las sillas de la sala de espera, para luego caminar tras la doctora. Me cubro el rostro con las manos sin poder aguantar el dolor. Siento como todo el peso del mundo intenta aplastarme y acabar conmigo, como mismo hizo con Dylan. Quisiera poder ir con él....Quisiera haberme ido yo con tal de que él estuviese vivo, con tal de saber que su corazón sigue latiendo. Pero ya es demasiado tarde...

Luego de unos minutos mi madre aparece nuevamente con una expresión decaída y los ojos un poco hinchados. Sin duda todo lo que hablaron fueron malas noticias. Cuando llega a mi lado le pido de favor que haga silencio y no me cuente nada, ahora mismo lo que menos quisiera es escuchar cosas peores.

-Señorita, debería ir a casa. Ya no hay nada más que hacer, lo siento. Mañana un coche fúnebre vendrá a buscar el cadáver para el funeral.

Asiento sin más. Tiene razón, ya no hay nada más que pueda hacer. Lo mejor será que vaya a casa y quizás así pueda pensar un poco mejor y tratar de procesar todo lo que ha pasado.
Sostengo a mi madre del brazo con fuerza para no desfallecer en el proceso y nos dirigimos fuera del centro médico....dejando atrás, físicamente, a quien amé tanto en tan poco tiempo. Su cuerpo habrá muerto, pero su recuerdo siempre seguirá vivo y su alma siempre me acompañará.

──────⊹⊱✫⊰⊹──────

Llego a casa y, sin ganas de nada, voy directo a darme una ducha. Sin poder evitarlo comienzo a llorar mientras las gotas de agua caen por mi cabello y por mi rostro, lo mejor es que no piense en eso...no ahora.
Salgo del baño y me siento en una esquina de la cama para cepillarme un poco el cabello. Necesito a mi mejor amiga...Necesito hablar con ella. Voy en busca de mi celular para llamar a Allison, pero inconscientemente termino dentro del chat de Dylan. Sí, me dió su número cuando veníamos de camino a casa y ahora lo agradezco.

Querido Dylan:

El dolor me carcome al pensar que no volveré a verte.Que no volveré a escuchar tu voz, o tus insultos tontos. No volveré a escuchar cuando me llamabas "hormiguita" o cuando te burlabas de mi estatura. Me sostuviste para que no cayera...pero esta vez tú has caído y no tuve el valor suficiente para salvarte. Te estaré agradecida toda la vida por haberte arriesgado para protegerme, pero sin dudas desearía haber muerto con tal de que siguieras aquí. No sabes cuánto te extraño, cuánto extraño tus abrazos y el hermoso color de tus ojos. Tus interesantes anécdotas y hasta cuándo te detestaba. No puedo creer que haya llegado a querer tanto a quien en un principio odiaba. Pero de eso es una de las cosas de las que me arrepiento, de no haberte dicho que te quería, de no haberte dicho que te necesitaba y que me preocupaba por tí. Lo siento demasiado, Dylan. Eras un chico lleno de vitalidad al que sin ningún remordimiento le arrebataron la vida. Mi padre me ha dicho hace unas horas que Reth ha sido detenido por la policía y que la condena será de cadena perpetua. Podrás descansar en paz, ya que ese imbécil ha recibido su merecido. Te extraño, Dylan. Te extraño mucho. Saber que ya no estarás me destroza completamente, no quiero volver al instituto y sentirme vacía, sentir que falta tu actitud única, tu resplandeciente cabello, tus ojos color cielo y tu sonrisa burlona. Te necesito...Necesito que me abraces y me digas que todo estará bien. Seguiré tu consejo...Cada noche admiraré la Luna, quizás algún día coincidamos mirándonos en ella.

Te quiere ahora y siempre,
tu hormiguita...

Cierro la bandeja de mensajes con el corazón en las manos, latiendo más fuerte que nunca, mientras siento como esos latidos son los mismos que con su intensidad lo están agrietando cada vez más. Limpio las lágrimas que se derramaron en el proceso para luego marcar el número de mi mejor amiga. Es en ese momento en el que estoy llamando, de pie frente a la ventana viendo como todo transcurre con total normalidad a mi alrededor, cuando escucho un teléfono sonar fuera de la habitación. Me dirijo hacia la puerta para abrirla y me llevo la gran sorpresa de que Allison estaba de pie a un lado de ésta con el brazo extendido; al parecer la detuve en el acto.

-Justo iba a llamar para que me abrieras- Dice soltando una carcajada un poco triste- Siento mucho lo que pasó, Lay. Tus padres me lo han contado todo hace unos minutos. Si te animas podemos ir a algún lugar y así nos ponemos al día.

-Hola, Ali- Intento sonreír- Si te parece mejor salimos un poco más tarde, aún queda parte de la mañana y el resto del día. Ahora me gustaría hablar un poco contigo, te desapareciste completamente por unos cuántos días.

-Está bien, querida. Sentémonos y te cuento todo- Entra en la habitación y deja el bolso que llevaba sobre la silla del escritorio, para luego sentarse en la cama haciéndome señas para que me sentara junto a ella- Bueno, resulta que hace unos días justo cuando me encontraste en la cocina por la madrugada, había ido a una fiesta, en la que intente enroyarme con Ethan- Agacha la cabeza con un poco de vergüenza- Te juro que yo no...

-No pasa nada, continúa.

-Cuando me fui de la fiesta estaba ebria y no sabía a dónde iba o qué hacer, fue entonces cuando me encontré con un chico muy guapo que me ayudó y me llevo a su casa. ¡No pasó nada entre nosotros!- Señala al ver mi cara de sorpresa- Solo me dejó darme una ducha y descansar un poco para que se me pasara el efecto del alcohol. Ya cuando desperté estuvimos unas cuantas horas conociéndonos y...¡Me enamoré!

-¿Acaso te enamoraste solo por hablar unas horas?- Pregunto enarcando una ceja.

-Sabes cómo soy, Lay- Me sonríe con complicidad- Además ya somos novios. Me había estado quedando en su casa.

¡WoW! ¡Ahora que lo noto somos taaan diferentes!

-Bueno, espero que sean felices y...

-Lo siento si eso te incomodó, Lay. No era mi intención.

-No, no tranquila.

-¿Qué te parece si hoy te lo presento? De seguro se llevarán muy bien- Propone con una sonrisa.

-Suena bien...vale.

Comienza a dar pequeños aplausos, emocionada.

-Busquemos qué te pondrás, querida- Se levanta y comienza a caminar hacia el armario- Hoy es tu cumpleaños y debes estar más hermosa que de costumbre.

La sola mención de mi cumpleaños hizo que todo empeorara y me lanzara en la cama a llorar. Hoy, 5 de julio, murieron dos personas a las que amé...mi hermano y mi Dylan. Sin dudas otra razón para odiar este día.

-No, no querida. No llores, ya verás que cuando te distraigas te sentirás mejor- Se dirige hacia mí y me abraza, tratando de consolarme.

-Eso espero, Ali...Eso espero

✩.・*:。≻───── ⋆♡⋆ ─────.•*:。✩

Nota del autor:

¡¡No me odieeeen!! 😂😭❤️

Bajo el Cielo de tus OjosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora