-No es por ofender, Layla. Pero tienes unos gustos de mierda- Dice Ali mientras mira con asco el vestido rosa fosforescente que he escogido.
-Mira quién habla: La que le gustan los negros- Respondo a la defensiva, llevándome una mirada asesina a cambio.
-Para gustos hay colores, querida- Me da la espalda mientras cruza los brazos.
Continúo paseándome por los pasillos de la tienda en busca de otro vestido que no sea de colores tan llamativos. Lo que menos quisiera es llegar a la fiesta y que me confundan con un bombillo.
Con ese objetivo me decido por uno completamente blanco, dudo que ese llame demasiado la atención. Me dirijo hacia Ali, que continúa en el mismo lugar en el que la había dejado.
-Mira Ali, ya me decidí por uno que no parece luz de navidad- Digo mostrándole el vestido.
-¿Necesariamente debía ser blanco?- Pregunta enarcando una ceja, refiriéndose a la anterior discusión por ELLA y sus GUSTOS.
-No necesariamente, pero me gustó este.
-Entonces yo me pondré uno negro- Sonríe orgullosa para luego marcharse en busca de su obra de arte.
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No sé si haya sido buena idea venir sola al baile. Todos están con sus respectivas parejas o con amigos, pero a mí, mi querida mejor amiga me abandonó por un chico moreno de ojos verdes. Y mi amiga Zahira se fue con su novio, el cuál me presentó como Ethan. Todos parecen ser muy buena onda, pero aún así no puedo estar detrás de ellos toda la noche. Creo que mejor será ir a por unos tragos para distraerme.
Me dirijo hacia el otro lado del gran salón mientras todos bailan como locos al ritmo de la música, el Dj es uno de mis compañeros de clase, aunque la verdad nunca hablé con él; es de esos chicos egocéntricos a los que prefiero no acercarme.
Al llegar a la barra noto la presencia de MI QUERIDÍSIMO MEJOR AMIGO. ¡Sí! El peliblanco insoportable. Luego de unos cuántos días de interactuar supongo que nos detestamos un poco menos.
-¿Qué tal, Walker.?- Saludo sentándome a su lado, mientras lo observo darse un trago de una botella de Vodka- ¡Te vas a emborrachar, imbécil!- Alejo la botella de su boca.
-¡Saca las manos, hormiga asquerosa!- Dice apartándome de él
-Vale, vale no hace falta tanta violencia física ni verbal- Hago señal de paz con mis manos para luego seguir interrogando- ¿Y eso que no estás con alguna chica pelirroja por ahí bailando?
-No me gustan las pelirrojas- Responde cortante mientras me mira fijamente- Por cierto, ese vestido te queda un poco menos peor que el de la pizzería. Es más soportable para la vista.
-Lo tomaré como un cumplido- Digo sonriendo. Definitivamente sus halagos no tienen nada que ver con los de Alex.
-Tómalo como quieras, hormiga. Quizás si no hablaras tanto te quedara mejor.
-Pero ¿Qué tiene que ver el...?
-¡Ahí va de nuevo!- Dice sonriendo irónico- Que yo sepa las hormigas no hablan.
-Y que yo sepa no soy una hormiga.
-Pero lo pareces. Te pasa por enana- Suelta una carcajada- Quizás si crecieran un poco parecieras una...hormiga más alta.
No puedo evitar reír ante su comentario. -Ya dime ¿Por qué no andas con nadie? ¿Acaso no tienes pareja para el baile?- Pregunto curiosa.
-De hecho no, pero prefiero estar solo a tener a una enana preguntona a mí lado.
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Bajo el Cielo de tus Ojos
Любовные романыLayla Cooper siempre ha vivido rodeada de amor y comodidad. Ser hija única le ha permitido disfrutar de la atención completa de sus padres, y su personalidad alegre la ha hecho querida por todos. Su vida en Nueva York era perfecta, un sueño hecho re...
