ⅩⅠⅤ

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Capitulo Catorce

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Kim Taehyung

He estado encerrada todo el día, no he bajado ni por comida, parece ser que Stefano dio la orden de que no me la traigan pues nadie ha venido, excepto mi pequeño.

Incluso siendo un niño, su mente me hace ver a su padre en persona. No es un niño, pero si solo tiene 5 años. ¡Cómo es que esto pasó! Es mi hijo. Se supone que lo criaría de una forma en la que se mantuviera su niñez y su inocencia, pero no pude.

Dios, soy un desastre como padre. ¿Cómo dejé que esto pasara, que mi hijo sepa usar un arma, que yo haya dejado a mi hermano involucrarse en esto, que yo, me haya enamorado de él?

De Jungkook, ¿cómo pude enamorarme de él? ¡Se supone que lo odio, por haberme embarazado, por mantenerme aquí, por no... por no...

¡Por no amarme como yo lo hago!

Sé que me tiene cierto aprecio por mí, y que me ve más que como el padre de su hijo, pero... jamás podremos estar juntos, jamás estaremos juntos el tiempo suficiente para que nuestro amor no sea interrumpido. Quiero salir y gritarle que lo amo, pero sé lo que conlleva.

Los riesgos de amarlo, siempre lo he sabido. Incluso cuando quedé embarazado supe que era lo mejor, pero me convenció de otra cosa.

Con sus palabras me dejé engañar, o quizás en solo una noche me enamoré y caí como tonto.

La puerta se abre y puedo ver su sombra, alta y corpulenta. Me doy la vuelta en la cama y le doy la espalda. No quiero ni siquiera sentir su presencia.

—Vete, no quiero oírte, ni verte, ni siquiera olerte, Jungkook— me acurruco más entre las sábanas. Siento su peso en el borde de ella.

—Lo lamento— su voz sale en un ronquido.

—No lo haces, lo que sí puedo estar seguro, es que lamentas haberme dejado vivir, antes o después del nacimiento de YeonJun — suspiro y mis ojos se llenan de lágrimas de nuevo. —Sé por qué lo hiciste. Lo sé. Y creo que tú también.

—En realidad no lo sé, Taehyung— su voz cambia de tono a uno más suave. —¿Dime qué crees, por qué lo hice?

Me siento en la cama y lo encaro.

—Hace tiempo, te escuché hablando con James...

F L A S H B A K

Están todos en la sala, hablando, al menos los hombres: Jungkook, James y el señor Jeon.

—Si lo dejas vivir, quizás sea una carga para ti por el resto de tu vida, hijo —la voz del señor me detiene en la escalera. Retrocedo unos escalones y me siento a escuchar.

El Doncel de Un Mafioso. | 𝐉𝐉𝐊 & 𝐊𝐓𝐇Donde viven las historias. Descúbrelo ahora