𝐊𝐎𝐎𝐊𝐓𝐀𝐄 | Hace cinco años fui a una fiesta, me acosté con un joven muy hermoso y me embaracé de él, no por dinero, ni poder, ni por amor. Fue un error. Tuve un hermoso pequeño.
Pero saben que, no me arrepiento de lo que hice y ahora si debo...
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Jeon Yeon Jun
Papá y papi casi nunca hablaban, casi nunca se veían e incluso jamás se mandaban mensajes. Todo lo hacían a través de los guardias de papi o los míos.
Cuando se cruzaban era por mí, o porque yo estaba en el medio, pero jamás porque ellos quisieran.
Esta vez fue igual, pero algo cambió.
Luego de que papi salvara a papá y llegáramos a la mansión. Papi se fue a su habitación, pero yo no quería separarme de mi papá así que me fui a dormir con él.
Papi llegó después, pero yo no estaba dormido. Papá hablaba en susurros al igual que él. Y cuando abrí un poquito los ojos se besaron. No dije nada.
Papi y papá se besaron, eso significa que se quieren, ¿no?
Ellos nunca hablan. Y ahora se dan besos. Qué raro.
Volví a dormir, pero ahora feliz de que Papi Tae y Papi Kook tal vez se amen.
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— Abuela... ¿los papis y los papás se besan? — Ella me miró raro y se sacó los guantes.
Mis padres me dejaron en casa de los abuelos porque iban a trabajar. Papi no había estado cuando desperté, pero sí mi papá. Desayunamos juntos y después se fue al trabajo dejándome en casa de los abuelos.
La abuela Calina y el abuelo Damian siempre me visitan y van a buscar a la escuela. Me compran cosas, aunque diga que no y me llevan de paseo siempre que pueden.
— ¿Por qué lo dices, cariño? — indagó mientras se sentaba a mi lado sobre un banco de la isla. Estábamos haciendo galletas para papi, porque papá se las come todas.
El abuelo Damian había salido, pero antes de irse le dio un beso en los labios a la abuela y ella sonrió después.
— Porque Papi y papá se besaron anoche, pero ellos no se aman, ¿o sí? — Ella me sonrió y me agarró las manos.
— Tus padres se aman, pero no pueden estar juntos, ¿Sí? A lo largo de tu vida vas a ver a tus compañeros que tienen mamá y papá o que tienen a mamá, pero no a papá o al revés. — Yo asentí y ella siguió — Tú tienes a papi y a papá, pero ellos no están juntos.
— ¡¿Eso significa que se odian?! — Ella río y me volvió a explicar.
— Recuerdas cuando te explicaron que vivirás en una casa y en la otra —asiento — pues ahora viven juntos... pero papá y papi...
— ¡Yeon Jun! — El grito de mi papi se escucha en la entrada y me bajó corriendo de la banqueta.
— ¡Papi! — grito emocionado.
Me le tiré encima y lo abrazó. El me da besos por toda la cara y me baja.
— Papi, ¿tú y papá se odian? — El me mira con la boca abierta y esperó su respuesta moviendo la cabeza de un lado al otro.
— No, cariño. — Mi padre aparece detrás y abraza a mi papi por la cintura — Nos amamos. — Besa su mejilla — Pero, no se lo digas a nadie, ¿Sí?... Es un secreto.
— Sí. Tu padre y yo nos amamos, pero es un secreto — Yo asiento sonriente y camino de regreso a la cocina.
Me siento en la banqueta y tomo mi leche con galletas.
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Jeon Jungkook
— Así que nos amamos, ¿eh? — Tae se pone a mi lado mientras mira a nuestro hijo comer.
Lo tomó de la cintura y lo atrajo hacia mí. Pongo una mano en sus glúteos y lo apretó.
— Lo hacemos. Que no podamos mostrárselo al mundo es otra cosa — su cara cambió a una de tristeza. pero volvió a su estado normal en segundos.
— Sí. Mejor así — ambos asentimos y miramos a nuestro hijo.
Ambos hemos hablado de esto, de lo que necesito hacer para protegerlo. Y a mi hijo. Nadie sabe de mi hijo solo mis padres y los tres guardaespaldas que los acompañan. Además de Vincenzo y su hijo.
Lo hablamos en el embarazo, él y yo no nos conocemos, y nuestro hijo es lo único que nos une, o eso queremos que las personas crean. Luego de unos años, comenzamos a usar cartas para comunicarnos y mensajes a través del niño.
No nos veíamos por seguridad. Sé que mis enemigos me vigilan bastante y si lo expongo a él o a Yeon Jun, eso sería muy peligroso.
En una época, nos veíamos en hoteles y Hacíamos el amor, además de conversar sobre cosas importantes.
Pero ahora, con los acontecimientos recientes, no me va a quedar más que tenerlo cerca, poder vigilarlo y protegerlo. Me da bastante alivio que él lo acepte rápido, pero sé que en el fondo está aterrado. Igual que yo.
No sé quiénes son los bastardos que nos quieren muertos, pero no voy a parar hasta encontrarlos y liquidarlos. No importa que tengan familia o estén solos, morirán.
—Oye —Tae me abraza por la cintura —. Deja de pensar en cómo asesinar a los que hicieron esto —toma mi cara marcada — y ponte a trabajar.
Le sonrío sin abrir los labios y el deja un beso en mi mejilla. Se da la vuelta y lo veo desaparecer por las escaleras.
Es mi doncel, y él no lo niega. Él lo sabe. Sabe muchas cosas de mí, y yo de él. Por eso lo mantengo a mi lado, si no, lo hubiera matado en cuanto tuvo a mi hijo.
Lo amo, aunque nadie pueda saberlo.
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