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Capitulo veinte.

Capitulo veinte

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Jeon Jungkook

Lo observó dormir; se ve hermoso con el cabello en la cara y la boca un poco abierta. Acarició su mejilla y sonrió. Es tan hermoso, mi rey, mi doncel.

Sus ojos se abren de a poco y me sonríe; se limpia el rostro con una mano y con el otro me agarra la cara y me la acaricia. Disfruto de sus caricias cerrando los ojos, imaginando esto todos los días, cada mañana de mi vida, hasta que me muera.

Imagino cómo sería verlo junto a nuestro hijo sonriendo y carcajeando. Caminamos, él y yo, por un hermoso campo de lirios mientras YeonJun corretea por allí, a nuestra vista claramente.

Pero regreso a la realidad cuando una llamada nos interrumpe.

Miré el verificador de llamadas: «Austin Kim». Me alejé de Tae mientras contestaba la llamada. Comprendió que era importante y se levantó de la cama, saliendo de estos minutos después de arreglar un poco la cama.

Yo, por mi parte, salí al balcón para poder escuchar mejor.

—¿Qué sucede? —pregunté mientras encendía un cigarro —No sueles llamarme directamente, sueles mandar cartas.

— Sí, sí, disculpa. Pero sucedió algo aquí y creo que querías saberlo —el tono de su voz me hizo entender que era urgente.

—Habla. —mi voz se volvió más seria y llena de ira.

—Los cabrones estos planean asaltar uno de tus cargamentos— su voz siguió hablando mientras me contaba de qué iba la cosa. Cuándo, dónde, cómo, hasta que tuvo que colgar de manera repentina porque lo estaban llamando.

Austin comenzó a trabajar para mí luego de que trajera a su hermano a vivir conmigo, pues necesitaba tenerlo cerca y protegerlo de cualquier cosa. Creyó que trabajaría dentro de la mansión, pero lo mandé a hacer un trabajo mejor que eso.

Tenía un increíble expediente en el reformatorio, por lo que supuse que debía mandarlo a hacer algo que lo entretuviera, y eso pasó. Se volvió mi espía.

Mi doncel no estuvo de acuerdo al principio, pero luego cuando su hermano le dijo que estaría bien y después de varios años, él se había vuelto en el mejor. Me informaba de todo. Desde que ganaban, que perdían y a quién mataban.

Trabajo en varias mafias, y cada una de ellas las derroqué, gracias a él y a la información que me proveía. Le pago bastante bien para que se mantenga en condiciones.

Bajando las escaleras me encontré con James, que me informó que ya le llegó el email de Austin con todo lo que me había dicho por teléfono. Solíamos mandar emails, que era la forma más segura para él.

Caminé junto a James, mientras me explicaba qué haríamos para detener el atraco del camión, entre otras cosas. Llegando al comedor, pude escuchar la voz de Taehyung hablándome a nuestro hijo.

El pequeño ya estaba con el uniforme escolar. Seguro esperaba a James, quien lo llevaría.

—Papá, papi va a acompañarme a la escuela. ¿Tú también puedes venir? — Su carita de cachorro siempre funcionaba con su papi tae, pero no conmigo.

—Tu padre debe tener asuntos que atender, no debe poder hoy. Quizás mañana, ¿eh? — le explicó de forma tranquila mientras yo me sentaba en la punta de la mesa.

—Tengo trabajo, YeonJun, pero mañana seguro podré acompañarte. No te preocupes, hoy ve con tu papi y James.

Él asintió entendiendo lo que le decía. Quizás debería retrasar la presentación unos años o meses. Me parecía lo mejor. Pero lo pensaría mejor.

—Tae, ven un segundo — Le dije antes de que se fuera al auto. Lo tomé de la cintura y lo acerqué hacia mi pecho. Y susurré en su oído: —No te preocupes, él está bien. No le ha sucedido nada.

Él siempre se preocupa por los demás y podía notar en su postura, caminar y actitud que estaba angustiada por su hermano. Decir que estaba bien, lo tranquilizaba.

—Muchas gracias por decírmelo — El me dio un abrazo más fuerte y me sonrió.

Lo vi irse y luego regresé a la casa para continuar trabajando.

Revisando papeles y archivos viejos de transacciones, entre otras cosas. Pensando en Taehyung de vez en cuando y sonriendo como bobo.

Él me había cambiado y algunos cercanos lo habían notado, por lo cual debía mantenerme igual que siempre para no levantar sospechas de otras personas.

El llevaba alegría a las personas y les hacía sentirse mejor en sus peores momentos, y aunque era una de sus mejores cualidades, en lo que respecta a él, luego de varios años de conocerlo, sé que él es lo que necesita alguien así en su vida.

Siempre lo escucho cuando puedo y le ayudo cuando más lo necesita. Pues es un doncel increíble, que necesita todo el mundo a sus pies. Un mundo el cual yo estaba dispuesto a dárselo.

Y por el cual las cosas comenzarían a cambiar.

Muchísimas gracias por su apoyo a esta historia, os agradezco de corazón 🩶

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Muchísimas gracias por su apoyo a esta historia, os agradezco de corazón 🩶

*No se olviden de dejar su Estrellita*

El Doncel de Un Mafioso. | 𝐉𝐉𝐊 & 𝐊𝐓𝐇Donde viven las historias. Descúbrelo ahora