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 Jeon Jungkook

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 Jeon Jungkook.


Jugamos a las cartas y al ajedrez con era de costumbre con Yeonjun, mi hijo. 

Nos divertimos toda la tarde en mi piscina y en su habitación con sus juguetes hasta que llegó la hora del baño. Mi muchacha del servicio lo llevo a bañarse mientras yo esperaba a mi madre en mi despacho.

—Mi niño. ¿Como has estado? —dice mi madre entrando por la puerta del despacho muy feliz. — escuché que mi hermoso nieto está aquí.

—Si, mama. Él está aquí. Se está bañando así que tendrás que esperar para darle tu amor. —me levanté y la abracé. Ella me devolvió el abrazo, pero con el doble de intensidad.

—Bien. — se sentó en mi sillón negro esperándolo mientras yo trabajaba en una de mis entregas con los rusos.

Personas con las que mi mismísimo doncel había hecho un trato de no Guerra. Aún recuerdo ese día.

Flashback.

Estábamos en las islas vírgenes, un hermoso paisaje de playas con una hermosa y calma marea. Y El. Con su hermosa panza de 6 meses y un hermoso bañador de doble pieza que marcaba más aún sus curvas y sobre todo sus pechos. Se veía hermoso, por suerte la isla en la que estábamos estaba casi vacía.

Solo había una que otra pareja paseando. Habíamos venido a relajarnos ya que Taehyung casi pierde al bebé por culpa de mi padre. Él muy idiota le grito varias cosas que eran ciertas y que él sabía, pero al parecer el estrés acumulado durante el embarazo casi la lleva a perder a nuestro bebé. El regresó sonriendo hacía mí. Me levanté de mi silla playera y me acerqué a él con una toalla para cubrir su cuerpo.

—Cúbrete, no quiero que enfermes. — dije mirándola de arriba abajo. El solo sonrió negando y se puso la toalla.

—Jungkook, estamos en una playa paradisiaca y que hace más de 40º grados, y me dices que puedo enfermarme. — Tae siguió caminando y se acostó a tomar sol.

Mis hombres le echaron un vistazo a su cuerpo mientras se secaba. Sabía que no lo hacía intencionalmente parecía no saber lo sexi y precioso que era. Su cuerpo era el de un doncel muy bien desarrollado y sabía que era muy inteligente solo que no lo demostraba.

Tenía que hacer unos negocios mientras estaba aquí así que me despedí de Taehyung y me fui a la habitación del hotel. Era grande y tenía un buen despacho, el de mi casa era mejor, pero este no estaba mal.

—¿Vamos a cenar? ¿Juntos? — su cabeza se asomó por el despacho y sonríe levantándome, asentí y volví a ponerme mi saco.

Fuimos hasta el comedor y nos sirvieron la cena. Le conté uno que otro chiste y el reía.

El Doncel de Un Mafioso. | 𝐉𝐉𝐊 & 𝐊𝐓𝐇Donde viven las historias. Descúbrelo ahora