Descanso

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Narrador Omnisciente

Después de la cena, todos se fueron a dormir, pero Aysel no logro conciliar el sueño, provocando que se despertara a altas horas de la noche.

Se levantó de su cama, se abrigo y fue hasta el balcón de sus aposentos, allí se dedicó a admirar las vistas.

Se quedó allí un largo rato y cuando el frío empezó a invadirla se dispuso a entrar para intentar dormir otra vez.

Aunque al desviar la vista vio como desde el balcón vecino, Beyhan también estaba despierta.

Debido a su estado, no era muy prudente que saliera a la intemperie, y más con aún con el frío panorama de esa noche.

Rápidamente salió de sus aposentos hacia los de Beyhan, y sin tocar la puerta entro y se dirigió directo al balcón.

-Beyhan?-

La nombrada se sobresalto levemente al escuchar su voz de forma tan abrupta, pero al ver qué era la voz de su amiga se dio la vuelta tranquilamente para verla, preguntándose que hacía en sus aposentos a esas horas.

-Qué haces despierta Aysel?-

-Eso debería preguntar yo, pero aún más importante, ¿Por qué estás aquí afuera?, hace frío, es mejor que entremos-

Beyhan no quería entrar, quería apreciar el paisaje un poco más, pero la mirada suplicante de Aysel hizo que entrara sin protestar.

Ambas entraron a los aposentos nuevamente, Aysel ayudando a Beyhan en todo momento por su delicada salud, y ambas se sentaron en la cama de esta última, Aysel tomo la mano de Beyhan en señal de preocupación y para calmarla un poco Beyhan apretó levemente y le sonrió mostrándole que a pesar de su delicada salud, se encontraba bien.

-Entiendo que a veces es difícil recuperar el sueño, ¿Pero por qué razón saliste al balcon?- pregunto Aysel.

-Estaba pensando-

-Sobre qué?-

-Sobre todo, simplemente tuve un poco de nostalgia, además soñé con Ferhat y mis hijos- dijo Beyhan con una sonrisa triste.

A veces, Aysel pensaba que la vida de Beyhan era injustamente irónica.

Porque a pesar de ser miembro de la gran dinastía otomana, había perdido todo lo que le importaba, y eso no eran sus privilegios por ser una princesa imperial, sino a su familia.

Después de la ejecución de Ferhat Pasha, como todos saben Beyhan se auto exilio y rompió la tradición de vivir con su familia hasta que posiblemente volviera a casarse.

Al volver con sus hijos y darles la noticia de lo que había pasado con su padre, estos al igual que ella, quedaron devastados, pero por suerte pudieron recuperarse.

Pero el destino es cruel, ya que a una muy corta edad, Beyhan perdió a sus hijos, siendo Esmehan la única que llego a la edad adulta y la salvo de no caer en la desesperación y agonía que existía en su corazón.

En ese momento en el que Beyhan sentía que su mundo se hacía pedazos, Aysel fue una pieza fundamental para seguir de pie, ya que a diferencia de lo que todos saben, Beyhan no tuvo la libertad de irse por decisión propia.

[Flashback]

Cuando el sultán le dio la noticia a Beyhan de que su esposo había sido ejecutado, ella le dijo que no permaneceriá en el mismo lugar que un asesino, y dijo que se iría del palacio para jamás volver, no le importaba que la considerará una traidora.

La Sultana Olvidada Donde viven las historias. Descúbrelo ahora