Narra Emine
Me dirigía a los aposentos de la sultana Aysel con pasos dudosos.
Generalmente está noticia causaba felicidad a nosotras las mujeres, en cambio a mí solo me generaba preocupación.
Al llegar a los aposentos de la sultana Aysel, le pedí a Azra que le informara de mí presencia.
Azra me dijo que podía entrar y lo hice aún pensando si era correcto decir lo que me ocurría.
-Sultana- dije mientras hacía una reverencia.
-Me sorprendió que vinieras a verme Emine-
-Si no es buen momento me retiraré sultana-
-No digas tonterías, para mí siempre es bueno verte, ven acércate, siéntate a mí lado-
Hice caso a las palabras de la sultana y me senté a su lado, al mismo tiempo llamo a Azra y le pidió que trajera el desayuno para que comieramos juntas.
No comí demasiado, algo que la sultana noto.
-Te sucede algo Emine?-
Sabía que no tenía caso mentirle, así que solo asentí levemente.
La sultana le ordenó a Azra y a sus otras criadas que se retiraran y nos dejarán solas.
-Hay algo que te moleste? Ha sucedido algo en el harem con las demás mujeres?-
Yo solo negué ante las preguntas de la sultána.
-Que sucede entonces Emine? Me estas preocupando-
No lo pensé mucho y simplemente lo dije.
-Estoy embarazada sultana-
Ante mí repentina noticia la sultana Aysel abrió los ojos sorprendida y luego tomo mis manos mostrándome una brillante sonrisa llena de felicidad.
-Felicidades Emine, que Allah te otorgue un parto seguro-
Intente esbozar una sonrisa, pero sabía que mís labios hicieron una mueca.
La sultana aflojó el agarre de nuestras manos y me inspeccionó con la mirada.
-No estás contenta acaso?-
-Claro que estoy feliz sultána-
-Entonces porque parece que tu corazón esta afligido-
-Es que...-
Flashback
Narrador Omnisciente
Emine se encontraba volviendo a sus aposentos luego de haber estado con la sultana Razille ya que había ido a felicitarla por su embarazo.
Pero sus pasos se detuvieron al llegar a las puertas del Harem.
-Ojalá la sultana Razille tenga un hijo precioso- decía una de las esclavas.
-Le tengo envidia a la sultana Razille tendrá una familia perfecta- decía otra esclava.
Las esclavas se quedaron en silencio por unos momentos, Emine estaba por entrar al Harem, pero se detuvo abruptamente.
-Oigan ahora que lo pienso, Emine es la favorita del príncipe Murad hace mucho tiempo y aún no le ha dado un hijo-
-Seguramente su alteza no quiere un hijo con ella-
-Por qué dices eso? Emine es su favorita, es algo obvio que su alteza quiera tener hijos con ella-
-Ha sido la favorita por demasiado tiempo y jamás ha quedado embarazada, seguramente su alteza ya está pensando en tener una nueva favorita- la esclava soltó un gran risa que se la contagio a las demás.
Ante esa humillación, Emine no sé atrevió a entrar al Harem y se alejo de allí con esas palabras haciendo eco en su cabeza.
Fin del Flashback
Al terminar su relato Emine quedó en silencio con la mirada baja, pero la sultana Aysel estiró su mano hasta su mejilla e hizo que la viera a los ojos.
-Mi corazón está afligido porque tengo miedo que su alteza se olvidé de mí, que otra mujer se gane su corazón y me deje de lado- decía Emine con tristeza.
-Emine, aunque seas la favorita de mí hijo y la madre de su hijo, debes recordar que esto es un Harem, y ninguna mujer puede considerarse la única en la vida de mí hijo, además Murad te ama más que a nadie, por qué estás tan convencida de que cuando se entere de esto te dejará de lado?-
-Hay varias razones sultana, una de ellas por ejemplo es que soy mayor que su alteza y talvez durante mí embarazo alguna mujer intente conseguir ir a los aposentos de su alteza-
-Primero que nada ser cuatro años mayor no es tanta diferencia de edad, Razille y Ahmed pasha también tienen edades similares, y sabes bien que ni yo, ni Razille enviariamos a una mujer a los aposentos de Murad-
-Se que no lo harían nunca sultana, pero aunque no sea notable algunas mujeres del Harem son astutas y ser la favorita de su alteza aún debe ser el objetivo de algunas, incluso aunque yo halla sido la favorita durante tanto tiempo-
Ante la negatividad de Emine, la sultana Aysel hizo la pregunta que no deseaba hacer.
-Desconfías tanto de Murad? Piensas que el te dejará de lado? Piensas que el no te ama de verdad?-
Emine no respondió y lo único que hizo fue apartar la mirada y morder su labio inferior.
-Solo te diré algo más, cuando des a luz tendrás que tomar uno de dos caminos y deberás tomarlo sin tener oportunidad de retroceder- ante esas palabras Emine lentamente levanto la mirada para ver a la sultana Aysel -Si das a luz a una sultana, no hay dudas de que Murad te amara por darle ese regalo, pero las mujeres del Harem te verán débil por eso así que deberás demostrarle que no lo eres, en cambio, si das a luz a un príncipe no solo tendrás más poder y tendrás el título de sultana, también deberás proteger a tu hijo de todo peligro, tanto fuera como dentro del palacio e incluso su propia familia serían enemigos-
-Que quiere decir con eso sultana?-
-Te recuerdo que Murad tiene más hermanos, más príncipes, es decir más candidatos al trono, y como estipulan las leyes, no solo son ejecutados los hermanos de un sultán, también todo varón aquel que comparta sangre con los condenados a la ley del fratricidio-
Esas palabras provocaron un escalofrío en Emine e inconscientemente llevo sus manos a su vientre.
-Sabes bien que siempre te protegeré, pero no siempre estaré aquí para ti querida, y creo que deberías empezar a proteger a tu futuro hijo, diciéndole a mí hijo que su concubina está embarazada-
Emine asintió levemente, se levantó y haciendo una reverencia se retiró de los aposentos de la sultana Aysel y se dirigió a infórmale al príncipe Murad que llevaba en su vientre a su hijo.
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La Sultana Olvidada
AcakNiña, mujer, madre, sultana. Esos son los títulos que una mujer puede obtener en su vida si es inteligente y una devota súbdita de Allah. Su nombre se ha perdido en el tiempo, ya casi nadie recuerda a esa magnífica mujer, la protagonista de esta h...