12

3.9K 193 18
                                    

No sabía en lo que me había metido

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

No sabía en lo que me había metido.

Como lo había dicho, me estaba dirigiendo a la casa del señor Nott para tener una... ¿cita?

Al principio me había alejado de él por el bien de mi familia, pero odiaba poner el bien de los demás antes que el mío. Claro que esta situación era diferente. Pero no podía negar lo que sentía por ese hombre.

Después de aquel beso en el salón, mi mente se encargó de que no lo olvidara y de que lo recordara cada que pudiera. Parecía una película sin fin. Y finalmente lo acepte.

Tenía sentimientos por Nott.

Me coloque frente al portón que marcaba la dirección que me había enviado, saque la cabeza de la ventanilla, mirando a todos lados hasta toparme con la cámara mal escondida en un árbol. Le sonreí y, de inmediato, el portón se abrió de par en par. Estacione mi auto frente a esa gran casa, era de colores neutros en una perfecta armonía.

—Buenas tardes, señorita Maddison —me saludo un hombre bajito y con el ceño fruncido.

—Buenas tardes... —su rostro me intimidaba.

—El señor Nott la espera en su despacho. Gire a la izquierda al fondo del pasillo.

—Gracias —pase a su lado, entrando a la mansión.

El lugar estaba adornado con colores blancos, negro, un poco de verde esmeralda y unos toques de dorado. Aunque no me acerque demasiado a los muebles, ponía notar como eran de un material bastante caro.

Giré a la izquierda, pasando por todo ese pasillo oscuro, topándome con una puerta negra que, supuse, era su despacho. Di dos toquidos sobre ella, recibiendo la indicación de que podía entrar. Sentí una tranquilidad inmensa al verlo ahí, de espaldas frente a mí, observando a sus jardineros a través de aquella puerta de cristal.

—Hola... —dije, acercándome a él.

—Me alegra que vinieras —acerco su rostro al mío, dejando un beso sobre mis labios—. Disculpa que te reciba aquí, pero tengo bastante trabajo.

Mire su escritorio, percatándome del montón de ensayos que descansaban sobre este. Pero había un pequeño montoncito separado de los demás. Lo tome entre mis manos, dándome cuenta que era los ensayos que le entregaba antes.

—¿En serio los guardaste? —reí.

—Son un lindo recuerdo.

Aquel hombre enojón se asomó por detrás de la puerta, Nott le hizo una seña con su cabeza, haciéndolo pasar, dejando una botella de vino y dos copas. Antes de irse, hizo una reverencia hacia nosotros.

—¿Siempre está enojado? —pregunte, mientras iba detrás de él, acercándonos a la pequeña mesita donde dejo el vino.

—No está enojado, así es su cara. Cuando lo conozcas cambiaras tu opinión sobre él —abrió la botella, comenzando a servir en las copas.

𝒪𝓁𝒹ℯ𝓇 - Theodore Nott.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora