𝒪𝓁𝒹ℯ𝓇 - Theodore Nott.

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Theodore Nott

No tenía mucho tiempo que Maddi se había ido, y ya la extrañaba, la extrañaba incluso antes de que se fuera. Pero sabía que nos estaríamos arriesgando mucho después de esa llamada con su amiga y fue lo mejor que se fuera, aunque yo quisiera otra cosa.

No quería tener que estar a escondidas con ella, sí, sabía que eso era lo que estábamos haciendo últimamente, pero, dentro de poco ella ya entraría a la universidad y tendría más libertad, eso significaba que ya podíamos nosotros también tener un poco más de libertad, ¿no?

Nunca me imagine como tomaría mi amigo el hecho de que salía con su hija, claramente ahora sabía que no muy bien. Draco me había golpeado toda la cara hasta cansarse y, si él me había hecho eso, no me imaginaba que me haría el resto de su familia. A excepción de Astoria, a pesar de nuestro pasado, siempre me mostro su apoyo y lealtad en todo. Ella era la que me había salvado aquel día de Draco, gritándome que me fuera mientras ella lo sostenía en sus brazos para que se calmará y no me siguiera, evitando por completo el tema que nos había llevado hasta aquella discusión.

—¡Señor, espere! —escuche la voz de Kreacher afuera de mi despacho—. Tengo órdenes del señor Nott para sacarlo de aquí. ¡No puede entrar!

En ese momento, Draco abrió la puerta de la habitación. Tenía el cabello despeinado, el pecho subiendo y bajando y el rostro rojo lleno de furia.

—Señor Nott, discúlpeme. Intente detenerlo, pero- —levante una mano hacia Kreacher, haciendo que callará y dándole a entender que estaba bien, que dejará a mi amigo hablar.

—Maddison estaba aquí, ¿no? —dijo.

—¿Disculpa? —me levanté de mi silla.

—¡No finjas inocencia, Theodore! Ambos sabemos perfectamente que estaba aquí porque no puedes soltarla. ¡Déjala en paz!

—¿Si quiera te has molestado en escuchar la versión de tu hija? —me coloqué enfrente de él, provocando que levante levemente su cabeza—. Te has dejado llevar por lo que viste y no por lo que paso en realidad. Ni a ella ni a mí nos has preguntado que paso, ¡o siquiera que sentimos por el otro!

—¡Ella no siente nada por ti! —sus manos se colocaron en mi pecho, empujándome.

Kreacher intento acercarse, pero le hice un ademan para que se quedará en donde estaba. Este era un tema que tenía que resolver entre Draco y yo.

—No lo sabes si no se lo preguntas.

—Claro que me dirá que te ama porque te has empeñado en hacer que crea eso. ¡Solo deja a mí pobre hija en paz!

—¡Pero ella no está siendo obligada a nada! Sí, lo admito, yo di el primer paso, pero, lo que paso después, fue con su total permiso.

—Solo te lo diré una vez más, Theodore —me arrinconó contra el escritorio—, déjala en paz. Ahora dejaré de lado las cosas que le has dicho o hecho, solo hazlo por ella. Ambos sabemos perfectamente que esta relación no terminará en nada, no tiene futuro. Ella merece a alguien de su edad, con él que pueda verse sin tener que mentirme y que no esté divorciado —se alejó de mí, lanzándome esa mirada que me daba escalofríos—. Estas advertido, Theodore. Si no lo haces, esto podría terminar con una demanda y un juicio. Ambos sabemos quién va a ganar —acomodó su traje.