Maddison no había tenido profesor de filosofía, hasta que un día, su padre le dice que el problema está resuelto y le presentará a su nuevo profesor.
O su nueva perdición.
Theodore Nott.
❝𝑻𝒉𝒊𝒏𝒌 𝑰 𝒏𝒆𝒆𝒅 𝒔𝒐𝒎𝒆𝒐𝒏𝒆 𝒐𝒍𝒅𝒆𝒓❞
Maddison M...
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Al día siguiente nos encontrábamos desayunando todos en el comedor, mi madre había decidido hacer sus famosos wafles con frutas. Estaba demasiado concentrada viendo mi plato hasta que la voz de mi madre interrumpió mi concentración.
—¿Qué tal durmieron, niños? —preguntó.
—Bastante bien, Astoria —contesto Blaise por todos.
—Me alegró demasiado —sonrió.
—Yo no diría lo mismo —hablo Mattheo mientras metía un pedazo de wafle a su boca—. Maddison interrumpió mi preciado sueño. Hace mucho ruido.
Al escuchar su comentario me ahogué con el jugo que estaba tomando, comencé a toser intentando recomponerme. Sentí las palmadas de Pansy en la espalda. Le di una leve mirada a Theo, notando como había detenido el viaje de su wafle del plato a su boca.
—Maddi, ¿estás bien? —me pregunto Arthur.
—Ah sí, sí. Solo el jugo se me fue por otro lado —conteste.
—¿Qué decías, Mattheo? —hablo de nuevo mi madre.
—Ah, nada interesante, solo que Maddi ronca mucho —pude mirar una sonrisa burlona en su rostro mientras seguía comiendo.
Aunque le tuviera demasiada confianza, tuve miedo de que Mattheo dijera algo sobre lo que vio anoche.
── ⋆⋅☆⋅⋆ ──
Todo el día nos la habíamos pasado en la piscina, hasta que llego la noche y todos se fueron a dormir. Mis amigos y yo bajamos a la cocina en silencio. Pansy llevaba unas pequeñas pelotas de plástico, Mattheo llevaba tres botellas de alcohol y, por alguna extraña razón, Blaise llevaba dos cajas de cereal, mientras que yo me aseguraba de que nadie saliera de su habitación y pudiéramos tener un camino tranquilo.
Solté un "ahora" y corrimos directo a la sala de juegos.
—Ahora sí, vamos a divertirnos —Pansy se acercó a una mesa que siempre estaba vacía.
Nos acercamos a la mesa y comenzamos a dejar las cosas, hasta que note que algo faltaba.
—¿Dónde están los vasos? —pregunte.
—Se supone que Blaise los traía, pero... —Mattheo miro al mencionado, notando las cajas de cereales en sus manos—. No tenemos vasos —sonrió con inocencia.
—No se preocupen, yo bajo por ellos.
Sin decir nada más, baje a la cocina y tome los vasos que habíamos dejado ahí mismo. Cuando llegue al tercer piso, note como Arthur salía del despacho.
—¡Ah, Maddison! —me saludo—. ¿Aun despierta?
—Ah, sí. Me quedaré despierta con mis amigos un momento —sonreí.
