𝟏𝟒 | El gran incendio

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Los señores Chankimha se quedaron pasmados, ambos se voltearon a ver, después las dos miraron a su hija y por último volvieron a mirar a Becky.

—¿Qué clase de broma es ésta, señorita Armstrong?

—Ninguna broma, de hecho, nunca se retiró la petición de mano, nunca me lo permitieron, me cerraron la puerta sin más— Becky habló tranquilamente —No los culpo, me lo merecía... pero ahora he rectificado y vuelvo a solicitar su permiso para casarme con Freen.

—¿Qué está ocurriendo aquí, Saro?— le preguntó el Señor Chankimha a Freen.

Freen trató de razonar un poco lo que diría, no quería provocar el enojo de sus padres, ni la testarudez de Becky, se encontraban en un punto donde toda la sociedad tenía los ojos puestos en ellos.

—¿Les parece hablar del tema al término de la función? Ya escuché la tercera llamada —Y se dirigió a su palco esperando que sus padres la siguieran, cosa que ocurrió.

—Vaya con Freen, de verdad en el futuro será una buena negociante, qué diplomacia —Heng no salía de su asombro.

—No la alabes tanto, que todo esto lo hizo para huir de mí.

—Y muy bien hecho, casi me da un infarto cuando te escuché, este no es el sitio, Becky

—No me sermonees, vamos a nuestro palco.

El telón se abrió, y una cascada de suspiros femeninos se escuchó, en el escenario se encontraba Engfa Waraha, quien se hubiera hinchado de orgullo al tener a toda las damas atentas a sus palabras, pero estaba concentrada en sus líneas, su potente voz llenaba todo el teatro y conmovía corazones; pero a Freen se le figuró que de vez en cuando la mirada de Engfa escudriñaba a la audiencia, tal vez en busca de una cara conocida y especial. También pudo notar que en primera fila se encontraba Heidi Jensen, en su silla de ruedas lucía como centinela, custodiando a un precioso tesoro.

Una mala vibra sintió por su izquierda, los hermanos Armstrong con sus padres, más a su derecha algo la hizo estremecer, la mirada de Becky, que lejos de seguir la obra, sólo la miraba, hasta que Heng le llamó la atención, y entonces pudo poner ojos y oídos en la obra.

Becky trataba de poner atención a la obra, Waraha era un actriz espléndida, y lo estaba desaprovechando, pero esa figura espigada de la izquierda no la dejaba concentrarse.

Volteó a su derecha y encontró una figura conocida.

—Tina, la hermana de Waraha.

—¡Shh! Baja la voz— le murmuró Heng.

—Siempre que la miró, me recuerda a Richie— comenzó también a murmurar — Todavía conservo las fotos que coleccionábamos en el colegio.

Becky sonrió melancólica, recordando aquellos tiempos en los que su hermano y ella iban a los conciertos, obras de teatro y estrenos de cine de la famosa actriz, una a la cual admiraban mucho, no quiso ponerse triste y se obligó a dejarlos a un lado para poder seguir la obra.

El primer acto terminó y todos salieron a los pasillos.

—¿Es usted Freen Chankimha? —le dijo un mozo del teatro.

—Así es.

—La señorita Waraha la espera en su camerino, dijo que sería breve.

Freen volteó a ver a sus padres.

—Una persona solicita verme, no se preocupen no es Becky, y no tardaré, se los prometo.

—¿Estás segura? Esto es muy extraño —se preocupó la mamá de Freen — ¿Quieres que te acompañe?

The elegance of love 「 Freenbecky 」Donde viven las historias. Descúbrelo ahora