𝟏𝟕 | Las bodas

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Un auto llegó a la casa de los Chankimha, de él salió una joven muy atractiva, de cabello castaño oscuro que le llegaba debajo del hombro, pero más allá de su belleza física, su rostro reflejaba una felicidad que no le cabía en el pecho. Dio la vuelta para abrir la puerta del pasajero y ayudar a salir a la responsable de esa felicidad.

—¡Engfa, bebé! —Le recriminó por abrazarla en la calle —¡Nos pueden ver! — Y sin embargo también la abrazó, escondiendo su rostro en el pecho ajeno.

—Que nos vean, somos libres de amarnos— Y le dio un breve beso en los labios —Pero ya llegamos a la casa de la "tímida" —Concluyó fastidiosamente, soltándola.

—Espero que no sea demasiado tarde.

Y tomadas de la mano, llegaron hasta la puerta de la casa, mientras esperaban que alguien les abriera, Charlotte descubrió el coche de los Armstrong.

—Heng ya se encuentra aquí ¿También habrá venido la abuela Deidra?

—Mejor, así ahorramos tiempo, y hablamos con todos de una buena vez.

Cuando un sirviente les abrió y les cedió el paso al interior, se sorprendieron con las idas y venidas de toda la servidumbre, los empleados con risitas escondidas, los caballeros con sonrisas sarcásticas.

—Te dije que no fue buena idea que dejaras aquí a Becky.

—La "elegante" sí que sabe armar tremendas fiestas.

El mayordomo las condujo hasta la oficina del señor Chankimha, tocó suavemente y obtuvo el permiso de abrir y dejar pasar a la pareja.

—Charlotte, qué bueno que llegas — La recibió Heng.

Charlotte observó una escena muy pintoresca.

Al centró de la oficina se encontraba de pie el señor Chankimha, con una cara de piedra, que no se podía saber que pensamientos cruzaban por su mente. Heng se encontraba también de pie, pero en una esquina tomado de la mano con Nam y junto a un sillón donde una apenada abuela Deidra se encontraba sentada.

La Señora Chankimha llorosa estaba sentada en un sillón junto con Freen, quien lloraba en silencio, con la mirada clavada en el suelo, quitándole pelusa imaginaria a su ropa, finalmente a un metro de ellas en una silla, estaba sentada Becky, con un pedazo de carne cruda sobre su ojo morado.

—Becky ¿Qué te pasó? —Exclamó Charlotte, yendo a su encuentro como buena doctora a revisarle el golpe.

—Sólo me dieron mi merecido.

—¡Ni una pizca! —Bramó el Señor Chankimha —¡Bien! Si ya está toda la familia Armstrong, entonces podemos...— y se quedó mirando a Engfa, que se había quedado de pie en la puerta —¿Y usted quién es, jovencita?

—Ella también es parte de la familia— La defendió Charlotte —Bueno, próximamente será parte de la familia.

—¿A qué te refieres Charlotte? —Casi graznó la abuela Deidra

—Tal vez no sea el momento adecuado— Intervino Waraha, mientras Charlotte regresaba a su lado, tomándolo de la mano —Le he pedido a Charlotte que se case conmigo, y ella ha aceptado.

—Pues las felicito— Gruñó el Señor Chankimha —Pero la primera boda que habrá...

—Será la mía— Y todos voltearon a ver a Heng.

—¿Te vas a casar, Heng?— Se atrevió a preguntar Becky

—Si, Heng ya me ha propuesto matrimonio, hace dos meses —Nam sonrió tímidamente.

—¿Por eso pediste alquilar un crucero? —preguntó Charlotte sonriente.

—Así es Charlotte— dijo un sonriente Heng —Nam y yo vamos a casarnos.

The elegance of love 「 Freenbecky 」Donde viven las historias. Descúbrelo ahora