The elegance of love 「 Freenbecky 」

| Epílogo |

LONDRES

La residencia de los Waraha estaba de manteles largos. Engfa Waraha se había convertido en una actriz consagrada y famosa, mucho más de lo que era y no sólo eso, ahora debutaba como directora de su propia compañía de entretenimiento junto con su hermana, la también actriz y cantante Tina Waraha.

Habían invitado a los benefactores de su empresa de entretenimiento de Bangkok, los Armstrong y los Chankimha, todos estaban degustando de una comida en el jardín, bajo sombrillas enormes que los protegían de los rayos del sol.

—¿Entonces la próxima semana, llegaran a Bangkok para estrenar su empresa?

—Así es Saro, será una oportunidad para llevar a Teddie a visitar y conocer Tailandia, también para que visite la tumba de mis padres y por supuesto que conozca a la abuela Deidra.

—Pues iremos con ustedes, tenemos mucho tiempo sin descanso, y yo necesito respirar un poco de aire puro.

—Imagino que atender a tus hijos, a Becky, la escuela y tu negocio, no es tarea fácil.

—¿Y qué me dices tú? Ser la esposa de la famosa actriz de Londres, atender a tu hijo y haber comenzado tu especialidad de pediatría, sí que es estresante.

Las dos amigas rieron moviendo el asador, pues ellas mismas preparaban la comida.

—La receta de ese pastel de carne le encanto a Engfa y a Teddie.

—Me alegro.

—Y... por curiosidad ¿Qué es lo que pasó con May y Billy? Heng no me dio muchas explicaciones.

—Pues Becky tampoco me las dio a mí, por más que se lo pedí, me dijo que era mejor no meterse con ese par, aunque hayan cambiado.

—¿Cómo fue eso?

—Pues verás, ellos regresaron apenas hace dos meses, mucho tiempo después del que la abuela Deidra había estipulado, llegaron tranquilos, humildes y serviciales. Billy regresó a la facultad de Economía a comenzar sus estudios desde el principio, aunque no es muy buen estudiante, se ha aplicado, y al parecer ya no comete trampas ni fechorías, Becky piensa que posiblemente su padre ahora sí lo acepte en sus negocios.

—¿Y May?

—Regresó casada.

—¿Qué?

—Sí, con Fay que es una mujer sencilla, tiene buena posición económica, pero no es millonaria. Ella está dedicada a las labores del hogar, porque su mujer no permite servidumbre, si ella lo puede hacer.

—¡No te creo!

—Te lo juro.

Las dos amigas estaban muy concentradas en el chisme, cuando...

—¡Ahh!

—¿Quién gritó?

—Es la voz de Becky.

Las dos corrieron hacia donde se escuchó el grito, junto con los demás invitados, Becky sostenía a su hija entre sus brazos con cara de espantado.

—¡Becky! ¿Qué sucedió? —Preguntó angustiada Freen —¿Le pasa algo a Sarah?

—¡Ese monstruo... la toco! —dijo Yuying al lado de Becky.

—¿Cuál monstruo? —Preguntó Charlotte observando a su alrededor.

—¡Ese de ahí! —Dijo Becky señalando a un pequeño pelinegro.

—¿Mi hijo? —intervino Engfa—¿Están llamando monstruo, a mi hijo?

—Becky, Yuying explíquense ¿Qué hizo Teddie para que te pusieras así? —Le exigió Freen.

—Paso algo horrible mami.

—¿Qué paso, hija? —Freen se comenzó a preocupar.

—¡Él...la beso... en los labios! ¡Besó a mi princesa!

—Para que veas lo que se siente— Le respondió el señor Chankimha que le dio una mordida a su elote asado y se retiró con su esposa, al ver que no había pasado nada trágico, a lo lejos se le oyó carcajearse y todos lo imitaron.

—Becky, amor, creo que exageras, los niñas han de haber estado jugando solamente.

—Pues yo no le veo lo gracioso.

—Eso demuestra que la sangre Waraha siempre será de conquistadores— Dijo Engfa entre risas.

—¡Imbécil!

—¡Idiota!

—¡Hay niñas presentes! —Intervino Charlotte.

—Pues que se aleje tu hijo de mi princesa.

—Sólo tiene cinco años.

—Vamos Becky —le dijo Freen tomando a su hija en brazos y depositándola en el césped —Corazón, ve a jugar con Teddie.

La niña risueña fue al encuentro del niña y las dos se fueron tomados de la mano.

—Yuying, ve y cuida a tu hermana de que ese monstruo no le dé un beso.

—Si mamá.

Yuying, obedeció cuidando a su pequeña hermana y a su primo.

—Mi niña, mi pequeña, mi princesa — Lloriqueaba Becky al ver alejarse a los niñas.

—Becky, yo entiendo que seas dramática, pero le estas pegando tus dramas a nuestro hijo.

—Yuying tiene que defender a su hermana cuando... cuando ya no esté aquí.

—Amor no hagas dramas.

—¿Dramas? Casi me da un infarto cuando vi a mi princesa siendo besada por ese niña.

—Mi buen amiga Becky— le dijo Engfa tocándole el hombro consoladoramente —Es posible que terminemos siendo consuegros, ¡Resígnate!

—Muy gracioso, Waraha.

—Vamos amor —La consoló Freen abrazándola —Sarah solo tiene tres años y medio, falta mucho para que se fije en chicos.

—¿Estás segura?

—Segura ¡Bien! Aquí se acabó el drama ¡Vamos a comer!

—Como siempre, Becky, tu mujer siempre la última palabra.

—No me digas, Engfa ¿Y quién anduvo regando las plantas, antes de que llegáramos? ¿Orden de un pollito mandón?

—Mejor vamos a comer.

Y así las jóvenes parejas continuaron con sus vidas, con las altas y bajas que conlleva vivir en matrimonio, pero siempre tratando de ser felices.

—Definitivamente soy muy feliz, gracias por darme tanta felicidad, mi amor — le dijo Becky a Freen besando su frente y abrazándola.