𝟐𝟑 | La elegancia del amor

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Habían pasado seis meses desde que el asunto del fideicomiso concluyó.

La abuela Deidra obligó a sus nietos, May y Billy, a que firmaran un nuevo documento, donde se comprometían a permanecer fuera de Bangkok por dos años. Durante ese tiempo los hermanos Armstrong tendrían que trabajar para sostenerse, ya que la abuela Deidra dispuso que se les diera una pequeña pensión sólo para pagar el lugar donde vivirían... sólo eso, lo demás correría por su cuenta, no recibirían ni un centavo del dinero de su padre, hasta que demostraran que se habían convertido en personas económicamente dependientes.

La relación de Freen y Becky se fortaleció más que nunca, viviendo una relación plena, de confianza mutua, adoptaron a Yuying, quien no podía ser más feliz de tener una familia, luego de vivir tanto tiempo en la calle, eran ahora una familia, no era perfecta, pero se esforzaban para que el amor que las unió nuevamente no decayera nunca.

—¡Becky!

—¿Mmm?

—¿Qué estás haciendo?

—Te beso.

—¡Pero ahí no!

—¿Por qué no? Eres mía y te puedo besar en cualquier lugar de tu cuerpo.

—¿Y por qué ahí? ¡No... no debes!... ¡No te atrevas!... ¡Becky!... ¡Mierda!

Freen no se había recuperado todavía, cuando Becky sin permiso alguno la penetro con el nuevo juguete que habían adquirido ¿Qué tenía esa mujer que no podía negarle nada? Ella era su dueña, no solo de su cuerpo, sino de su alma y corazón y a ella le encantaba.

Becky se recostó a un lado suyo y con un rápido movimiento, colocó a Freen encima de ella, le gustaba recuperar el ritmo normal de su corazón, sintiendo el cuerpo de Freen pegado al suyo.

—¿Freen?

—Dime, amor.

—¿Qué estás haciendo?

—Venganza, dulce venganza.

—Pero Freen...tú sabes que sucede cuando me tocas los pechos... Detente Saro... porque si no... yo voy a...! ¡No!... ¡No, no te detengas...! ¡Qué manos tan eficientes!

Becky no podía sentirse más afortunada, tenía a la chica dulce y cariñoso, que siempre había admirado, y por otro lado, a la chico valiente y temeraria, que siempre deseó, se hizo presente.

¿Y qué decir de la pasión que se desbordaba entre ellas? En muchas ocasiones tuvieron que hacer acopio de prudencia si no querían terminar en las conversaciones de los vecinos

—¡Becky, es tardísimo! Tenemos que regresar a trabajar.

—Tú tienes la culpa.

—¿Yo?

—¡Claro! Si no me hubieras ofrecido descansar unas horas en tu oficina, esto no hubiera ocurrido.

—Usted exagera, señora Armstrong, le dije que podía descansar de su arduo trabajo, no que me hiciera el amor.

—Pues tú te me insinuaste.

—¿Cómo?

—Con ese nuevo pantalón apretado de tu amiga June... Tu trasero se ve tan...

—¡Becky! No es tan apretado, ni tampoco es... ¡Olvídalo! Vamos tenemos que darnos prisa.

Becky sonrió, esas pequeñas batallas entre ellas servían para no caer en la monotonía, con la ropa medio arreglada, la joven pareja salió de la oficina de Freen. La menor con un rubor que no podía ocultar y Becky con una sonrisa socarrona que no podía disfrazar.

The elegance of love 「 Freenbecky 」Donde viven las historias. Descúbrelo ahora