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- ¿Me vas a decir donde vives o seguiremos como tarados dando vueltas por la ciudad? - inició una nueva conversación MinHo.

Habían terminado de comer y después de un agradecimiento y de pagar la comida, se levantaron y volvieron a recorrer la ciudad por unos minutos más.

- Puedo ir solo... Deberías ir a casa, Rhino está enfermo y ya es demasiado tarde. - quiso dar media vuelta para ir a su casa y descansar, pero chocó con el cuerpo del mayor que se interpuso en su andar.

- Si que eres testarudo, niño... Ya te dije que te voy a acompañar, así que si no me vas a decir donde vives caminaremos como idiotas hasta que te dignes a hablar.

- Bien... Cerca del hospital del centro de la ciudad, dos cuadras más al norte. - dictó el menor y empezó un nuevo rumbo al lado del mayor.

Iban nuevamente en un cómodo silencio, Han iba pateando piedras que encontraba en su camino y Lee solo iba mirando los nombres de las calles para poder guiarse y dirigirse al destino que le habían indicado.

Un estornudo rompió la falta de ruido entre ambos.

- Rhino te ha contagiado... - murmuró el amante de los gatos y el contrario afirmó lo dicho volviendo a estornudar.

JiSung tambaleó por el repentino mareo que nació en su cuerpo, pero enseguida fue atrapado por su acompañante, MinHo se apresuró en quitar su abrigo y cubrir al menor para que el frío no empeore su enfermedad.

- Estoy bien... - intentó ignorar el malestar que empezaba a desarrollar.

- Si, claro... Por eso tiemblas y estás más rojo que un tomate. - respondió con sarcasmo la mentira de Han. - Pediremos un taxi, será más rápido.

Y dicho y hecho, el mayor se detuvo en una esquina para poder llamar a un vehículo que los pueda transportar al hogar del chico enfermo. Por suerte, no fueron varios minutos de espera, pronto tenían un auto frente a ellos que había aceptado llevarlos, fue Lee quien citó la dirección y se encargó de atraer el cuerpo de JiSung para mantenerlo en calor, pues podía sentir los leves temblores qué eran liberados por el frío que sentía.

El viaje no duró más de 10 minutos, MinHo se encargó de dar el dinero solicitado y con cuidado ayudó al menor a bajar del transporte, la mirada del amante de los gatos viajó por todo lo que estaba a su alrededor, la zona estaba muy poco iluminada, la casa frente a él se notaba solitaria y oscura.

- ¿Tus padres?

- E-Están en su trabajo, tenían una cirugía que atender.

Lee miró nuevamente el hogar desolado y maldijo en voz baja antes de exijirle a Han las llaves del lugar e intentar entrar, tardó unos segundos en abrir la puerta con la llave exacta e ingresó al lugar, con prisa retiró los zapatos de ambos y empezó a tantear las paredes hasta encontrar el interruptor de las luces de la sala y el comedor, dejó al chico pálido en el sofá y el empezó a recorrer el lugar para poder ubicarse y ayudar al menor.

- ¿Cuál es tu habitación? - preguntó el mayor retirando el abrigo qué le había ofrecido.

- Segunda puerta a la izquierda... - respondió JiSung cerrando los ojos.

- No te duermas, niño... Necesito saber como guiarme en tu casa para ayudarte.

Logró caminar hasta el cuarto que pertenecía a Han y lo dejó recostado en la cama, pudo notar que la habitación contaba con un baño y para su suerte el baño tenía un pequeño botiquín qué contenía algunos medicamentos que ayudarían a calmar los síntomas del más bajo.

Rhino? No... MinHo [MinSung] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora