Capitulo 0

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Visenya no pudo evitar sonreir cuando Viserys llegó a sus brazos luego de su largo viaje en Balerion.

Viserys no dudó un segundo en levantarla del suelo y darle vueltas en el aire.

Pronto su padre, el príncipe de Roca Dragón, apareció deteniendo las atenciones del mayor para con la menor.

—Viserys.—Llamó su atención.—¿No tenías una noticia que darle a tu hermana?

Viserys miró a su padre con molestia y auténtico dolor pero este no dio su brazo a torcer.

—Vamos, dile.

Los ojos de Visenya brillaron esperando las palabras que la unirían a su hermano que jamás llegaron, por el contrario, la condena de la casa Targaryen llegó con lo siguiente.

—Desposaré a nuestra prima Aemma, Visenya.

La joven de pálidos cabellos se soltó de su toque como si este ardiera contra su piel.

—¿Qué?

— Visenya...

—¿Será Aemma Arryn tu esposa?

—El mismo Viserys la eligió —Dijo su padre Baelon.

Visenya miro al hombre con las mejillas sonrojadas y el dolor palpitante en su pecho.

—Entiendo.

—Visenya...—Viserys cerro los ojos cuando su hermana menor desapareció de su rango de visión.

El príncipe de veintiún días del nombre apretó la mandibula.

—Si  hubieras tenido el valor de pedir su mano el Rey te la habría dado de inmediato.

Viserys negó.

—No, no hubiera sucedido.

El príncipe Baelon carcajeo.

—El Rey te ama tanto que...

—Se lo dije, padre, pero dijo que Visenya era  peligrosa para la corona.

Baelon frunció el ceño mirando como su hija montaba un caballo sin montura.

—¿Eso dijo?

—Que su sangre haría bailar a los dragones.

Baelón negó.

—Visenya es una buena niña.

—El Rey ha hablado, padre, mi deber es solo obedecer.


Cuando Bailan Los DragonesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora