11

1.1K 164 11
                                    


Hola! tenemos nuevo grupo en Telegram! lo pueden encontrar como Targaryenxvelaryon ❤️🔥 Ahí subiré adelantos de los fics! saludos!

No olviden comentar y votar!❤️🖤

Tenemos cuenta de TIKTOK: Targaryenxvelaryon_

Inicio del año 106 D.C.


—¡Es jodidamente imposible!—Gritó Viserys cuando le fue anunciado el embarazo de la Reina Alicent Hightower.

Él mismo se había encargado de hacerla tragar hasta la última gota del Té de Luna.

Una idea surcó su mente y un grito aterrador removió los cimientos de la Fortaleza Roja.

—¡TRAIGAN LA PUTO MAESTRE QUE PREPARÓ EL TE DEL INFIERNO!

Viserys, distinto a los augurios de su abuelo, era un rey imponente y temperamental, era, para horror de muchos, un Rey Roto.

Años de pacifica existencia terminaron junto a su cordura, cuando se le fue anunciada la muerte de todos sus familiares, eso incluía a su hermana esposa y sus propios hijos.

El dolor era palpable para el Rey cada minuto del día.

Era un Rey solitario y calculador, mantenía a su hija siempre bien protegida y pasaba largas horas cuidando de ella enseñándole lo que algún día sería suyo.

Ni siquiera fue capaz de tomar asiento en el Trono, se encontraba furioso, con un animal salvaje enjaulado, como un dragón encadenado.

Al principio de su Reinado, cuando Viserys se negó a reclamar un nuevo dragón, los maestres y grandes señores parecían aliviados, no fue hasta que el primer ataque cayó sobre sus hombros.

Y Poniente fue testigo de como el dragón que yacía dormido despertó.

El Septum supremo arrastraba a uno de sus maestres, el hombre lloraba mientras se acercaba a paso lento y tembloroso.

—Su majestad.

—¿Él hizo el té?

—Así es, su majestad.—Dijo el Septum y el hombre empezó a llorar cayendo de rodillas al suelo.

—Los dioses así lo quieren, su majestad.—Sollozó.—E-es necesario que tenga... herederos.

Viserys siempre reprobó los métodos de su hermano menor, Daemon.

Él siempre fue mucho más racional, pero aquella respuesta simplemente lo hizo explotar.

No tocó la espada que le ofrecían porque con sus propias manos lanzó un golpe certero que hizo callar al joven maestre.

—¡¿QUIEN TE CREES PARA IR SOBRE LOS DESEOS DE TU REY?!

Los golpes fueron certeros y letales, golpeó y pateó hasta que el hombre cayó moribundo soltando rezos a sus dioses.

Harto de oirlo lo arrastró hacia el inicio del trono.

Sus ojos rojos llenos de culpa por traicionar, nuevamente, a su esposa muerta, Visenya, demostraban la locura en sus ojos.

Lanzándolo contra el mar de espadas sin remordimiento, ignorando los gritos de terror de los presentes y los gritos de agonía del hombre.

Las manos de Viserys, llenas de sangre a causa de los golpes, fueron admirados por todos.

El Rey subió los escalones del Trono de Hierro, aún con los gemidos lastimeros de un hombre insertado por un montón de espadas y se sentó en el Trono.

—Ese es el destino para todo aquel que se atreva a ir en contra mío.

El Maestre se hincó ante el Rey, siendo seguido por todos los presentes.

El nuevo Maegor, lo llamaban entre susurros, pero la realidad era que el Rey era un dragón solo.

***

Alicent Hightower no podía negar que podía sentir la culpa palpitar en su pecho.

Todo el daño que le causó a Aemma por el deseo de tomar como esposo al Rey Viserys y su ambición por el Trono, parecía escupirle en la cara.

Acarició su vientre, deseándole a los Dioses que sea un varón, no podía fallar.

El Rey no era tan estúpido, habia ordenado un Te de Luna y había vigilado que bebiera hasta la última gota.

Por lo que la mano de su padre movieron sus fichas de forma veloz.

Alicent bebió un dulce té de rosas bajo la mirada del Rey.

Y ella estaba segura que los Dioses la habían oído cuando rezó por haber quedado en cinta.

Los maestres habían calculado perfectamente el día que ella quedaría en cinta y todos habían conspirado a su favor para lograr meterse en la cama de Viserys.

Y el resultado ahora tiraba de su vestido dándole una curvatura que ella no apreciaba pero que protegería a capa y espada.

—¿Estás segura de esto?

Alicent rió.

—Tu iniciaste esto al encerrar a su mujer e hijos.—Dijo la nueva Reina.—Yo solo estoy tomando provecho.

Otto Hightower suspiró frustrado.

—Tu hijo debe sentarse en el Trono como de lugar.

—Así será, padre, así será...

***

—Su alteza...—Rogó Lord Blackwood mirando a Visenya mientras la sostenía.

Aferrado a su pecho, Maegor miraba con curiosidad la interacción.

—Davos...—Rogó mirando por doquier.—Debo ir.

—Me asesinarán.

—Te lo ruego...—Visenya se hincó en el suelo con los ojos llorosos.—Déjame ir.

—Su alteza...

—Te daré libertad, lo juro, permíteme ir.

Visenya fue descubierta al alba mientras intentaba llegar a su dragón.

—¿S-sus demás hijos?

Una sonrisa divertida apareció en su rostro cuando el silvido de un dragón cortó el silencio.

Caraxes apareció frente a ella agitando sus alas furioso, Daemon Targaryen, junto a Baelon y Alyssa, miraban la escena atentos.

—Da la orden, Baelon.—Dijo Daemon y Visenya abrió los ojos llena de terror.

—¡NO!

Davos Blackwood dió un traspié por la sorpresa, soltando a Visenya en el proceso, quien no dudó en correr hacia donde Canibal la esperaba con emoción.

El dragón la aceptó, era un pena que no fuera capaz de colocarle una montura por la premura, por lo que simplemente se montó apretando los dientes y sosteniéndose de los pequeños cuernos en su cuello.

—¡Soves, Canibal!

Era hora de ir a Desembarco del Rey, pero antes... una parada necesaria.


No tengo dudas que Jaehaerys arruinó a Viserys, me cae mal.




Cuando Bailan Los DragonesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora