presente (3) - en mi mente

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De: frases_escondidas@gmail.com
Para: efimera_poesia@gmail.com
Asunto: En mi mente
𝙊la furiosa pareció pues pasó de golpe,
tan rápido como una exhalación.
Fue un doloroso golpe,
que cortó nuestra poca relación.
Y la que tenías con el mundo.
Todo se sumió en un silencio profundo.
Inexorable,
irrevocable.
Todo sucedió de repente,
y ahora no se va de mi mente.
T.R.
...

Mi mente daba vueltas.
Se había activado después de estar encerrada y atascada por lo que pareció una eternidad. Y ahora no había manera de pararla. No había manera de no sobrepensar. De no asustarse y volver a sentir el miedo a flor de piel. De no sentirse expuesta.

Miles de preguntas se amontonaban en una montaña inmensa de dudas y temores. Miles de ellas, esperando, inquietas, para salir a la superficie.
Esta vez, pero, decidí dejarlas salir. Dejarlas expresarse y controlarme. Porqué hacía mucho que no sentía con tanta intensidad. Un deseo de seguir esas poesías me invadía.

¿Por qué volvía a sentirme comprendida, ilustrada a través de las palabras?
¿Por qué volvía a repetirse esa muestra de complicidad?
¿Por qué ese alguien trataba de llegar a mí con la poesía, con lo único que me logró comprender de verdad?
Y, por encima de todo, ¿quién era? ¿Y por qué firmaba con siglas distintas?

Al cuestionarme ese correo, y el precedente, volví a mi niñez, a mi preadolescencia y a mi yo después de la ola. A esa niña inexperta que odiaba olvidar. A esa chica que creció y decidió olvidar ciertas cosas que punzaban. A esa yo que había aprendido a la fuerza y quería olvidar.

A veces, pero, recordar y olvidar van juntos.
Si no recuerdas, no olvidas. Si no vuelves atrás en el tiempo, no puedes dejar atrás ciertos sucesos, momentos, historias de vida.
Y viceversa.
Si olvidas, es que has recordado, pero has dado un paso adelante y quieres avanzar borrando ciertos momentos. Esa es la diferencia.
Uno y otro son necesarios para sanarse. Y es lo que me faltaba a mi.

Esa persona no me había olvidado.
Así que a mi me tocaba recordar.

SALIR A LA SUPERFÍCIE: Después que la ola arrase con todoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora