(Pre-adolescencia)
𝙇argas noches en vela me llevan a creer que a veces siento que nadie me conoce. O no del todo.A veces me pregunto si alguien de verdad sabe cómo soy, que me gusta. Si alguien podría adivinar lo que hay en mi mente. Incluso, me pregunto si es del todo posible conocer a alguien por completo.
Muchos dicen que, por ejemplo, la amistad se basa en conocer a la otra persona al cien por ciento. Que si hay secretos, se rompe el vínculo. Porque no confías. Porque escondes una parte de tí. Porque no lo sabes todo, y eso te provoca inseguridad. Y la inseguridad puede con todo, te controla, te obsesiona.
Yo digo que sí. Que esa definición me va bien. Que estoy de acuerdo en ello.
Pero a veces, me lo replanteo.
En la intimidad de mi mente, de mi habitación, con mi papel y mi bolígrafo, con mis letras y mis poesías; pienso.
Y pienso de verdad. No cómo en el día a día. No.Pienso con el alma y el corazón,
con la mente y la razón.
Pienso siendo yo entera.
Pienso siendo verdaderamente sincera.
En esos momentos, no me dejó arrastrar
por opiniones ajenas, y me paro a reflexionar.Y siempre acabo en el mismo punto. En el mismo lugar. En el mismo pensamiento.
¿Querer saberlo todo de una persona no es un poco obsesivo?
Nunca te quedas tranquilo.
Te quedas colgando de un hilo.
Con el miedo a no conocer por completo a alguien que te importa.Pero, ¿no es, entender que todos tenemos nuestros pequeños secretos, la mejor forma de querer a alguien?
Todos tenemos nuestras vidas, independientemente de con quien nos relacionemos. Todos pensamos diferente, nos comportamos dependiendo de la situación o de la persona. Así que, ¿no es lógico entender que no debemos conocer al milímetro la vida de alguien?
Puede sonar un poco duro, pero la verdad es que no todos los momentos los vivimos con una persona específica. La única que se repite somos nosotros mismos. Entonces, ¿por qué tendrías que contarle todas las facetas de tu realidad a una persona que no lo ha vivido?Dicen que amar es eso, explicarlo todo.
Yo creo que amar es entender que si alguien no te explica sus pequeñas vivencias, es porque no cree que sea necesario. Porque esa persona sabe que si algo es importante, te lo va a explicar porque quiere, no porque debas saberlo todo. Eso es confianza de verdad, no lo que te venden cómo definición de un vínculo.
Yo quiero a mis padres, a mis amigas, a todos los que están presentes en mi vida porqué los he elegido. Pero nadie, nadie, nadie sabe que escribo. Es algo mío, y no quiero excluir a nadie de mi vida pero ese pedacito me lo quiero reservar para mí. Y me da igual que crean que eso está mal. Diminutos secretos como este no duelen. Los grandes sí, pero ese es otro tema que espero no tener que entrar nunca.Pero, aún así, la inseguridad siempre está presente. Y muchas veces tergiversa la realidad, los hechos. Pues en este mundo creemos que desconocer es algo malo, que debemos saberlo todo, o por lo menos, intentar llegar a ese punto. Pero yo, si conociera todas las verdades del mundo, sería infeliz. Lo sé.
Desconocer, a veces, puede ser de gran ayuda.
Cómo yo cuando escribo. Nadie me conoce. Nadie sabe quién soy. Y eso es lo mejor pues lo único que importa es el contenido, no la persona.
Y espero que siga siendo así.
✺
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SALIR A LA SUPERFÍCIE: Después que la ola arrase con todo
Teen FictionUna gran ola ha arrasado con su vida. Una ola que ha transformado por completo su realidad. Una realidad compuesta por una mezcla mortífera de la mente y el suceso. De sentirse vacía de color y llena de oscuridad. De perder la noción del tiempo, pue...