presente (8) - ¿quién soy?

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"ELLA" - ALMA

De: frases_escondidas@gmail.com (él)
Para: efimera_poesia@gmail.com (ella)
Asunto: ¿Quién soy?
𝙁alta información mía, lo sé. Supongo que te preguntas quién soy, cuándo nos conocimos, si éramos cercanos o si, por lo contrario, si éramos completos desconocidos que iban a la misma escuela. Porqué, si, íbamos a la misma escuela, eso te lo puedo asegurar.

Supongo que tienes curiosidad para saber quién eras tú para mi. Porqué me importabas tanto como para escribirte ahora, de la nada.
Tengo mis motivos, pero aún no los quiero revelar. Si, lo sé, parezco el típico tío que se hace el misterioso. No lo soy. Sencillamente un suceso, mi bomba a contrarreloj (como me gusta llamarlo), me ha empujado a contactar contigo. Supongo que tu también vives con una "bomba a contrarreloj", la tuya propia.

Cogí tu correo de tu cuenta de poesía.
Fue una casualidad enorme encontrar ese perfil, pues me atrapó y me fascinó. Y un tiempo después me planteé una pregunta que lo cambió todo: ¿y si esa chica de mi escuela es la que escribe en ese perfil?

Era una locura. No te conocía demasiado, pero te veía en el patio, por los pasillos,...y no sé exactamente qué era, pero había algo en tí que me resultaba fascinante, magnético. Resaltabas en mis ojos.
Aunque nunca di el paso, siempre deseé hablar contigo pues creía que tenías mucho que decir. Y aún más si eras tú la autora de esas poesías que me marcaron tanto.

Y esa duda, ese deseo se quedó conmigo toda la vida. Hasta hace dos mes, cuándo por fin te escribí.
Debo confesar que no salió como yo esperaba. Pensé que mis poesías saciarían mi deseo de hablarte. Ahora veo que no, pues no puedo dejar de escribirte, de recordarte, de pensarte. De imaginar cómo hubiese sido mi vida, y la tuya si tu propia bomba a contrarreloj no te hubiese separado de la realidad.
Yo tampoco lo entiendo del todo, pero me atrapaste. Cómo la hiedra que se enreda alrededor de un árbol y cuando se quiere dar cuenta, ya no puede escapar.

Pero, si quieres conocerme, podemos hacerlo. Nos conoceremos, pero sin que me pongas cara. No me intentes poner cara, te lo pido por favor, perdería toda la magia; me reconocerías, me recordarías.
No te diré cómo me llamo, ni cuántos años tengo, ni dónde vivo, ni qué estudio, o si estudio. Eso no es conocer a alguien, eso es tener una idea de la vida superficial de otras personas. Y para tener una conversación superficial podría hablar con cualquiera. Pero yo quiero hablar contigo. Y ese no es el tipo de conocimiento que quiero tener de tí.

Lo que sí que te diré son las cosas que me gustan, y las que no, pues eso me describe más que una eternidad hablando de la vida exterior. (Yo me lo he currado, espero que tú también).

LISTA DE COSAS QUE ME GUSTAN
-Quedarme mirando fijamente, hipnotizado, al fuego, la llama y las formas que producen.
-Sacar la cabeza por la ventana del coche, que el viento me sacuda el pelo y que todo parezca irrelevante en ese momento.
-Ver cómo a alguien se le iluminan los ojos al reír o al hablar con alguien de confianza.
-El brillo del sol en el mar, los destellos que produce.
-El olor y el aire de las mañanas en la montaña.
-Observar a la gente en el transporte público y tratar de imaginar cómo serían sus vidas.
-Las noches de verano; cenar en una terraza, dar un paseo, tomar un helado,...la brisa suave del viento, la calidez de la noche.
-Los pueblos pequeños y la confianza entre sus habitantes.
-Sentir una complicidad con otra persona, tener cosas que sólo nosotros compartamos.
-Las estrellas, el brillo que emanan y tratar de buscar una propia. Mirar el cielo estrellado pensando si alguien estará mirando el mismo punto que yo en ese instante. Sentirse diminuto de noche, sobrecogido y a la vez, seguro por la inmensidad del universo.
-Correr sin pensar en nada más, con el viento en la cara, imparable, cómo un perro.
-Escribirte.

SALIR A LA SUPERFÍCIE: Después que la ola arrase con todoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora