El backstage es un ajetreo constante de personas corriendo y moviendo cosas de un lado a otro cada noche que hay concierto.
Desde la parte posterior de la pantalla escucho a Álex pedirle al público que enciendan sus linternas. El primer concierto en el que pidió que hicieran eso casi no termino de cantar por culpa de la emoción.
Desde el otro lado, Martin me guiña un ojo con una sonrisa mientras se pelea con su in-ear. Le devuelvo el gesto y le hago un corazón con las manos.
Estamos de los nervios. Creo que yo peor que él. Hoy es el último concierto de la gira. Será la última vez que vivamos esto. La emoción está a flor de piel, los recuerdos no dejan de aparecer en nuestra memoria... Hoy estamos todos aquí. Concursantes, bailarines, profesores... y será la última vez.
También será la última oportunidad de cantar God only knows con Martin encima de un escenario tras el cual nos arropan nuestros compañeros. Los mismos que fueron testigos de cómo nuestro amor nacía y crecía dentro de las paredes de la Academia.
Las despedidas siempre son duras y yo nunca he sido demasiado bueno para ellas. Esto también me trae recuerdos; del día que tuvimos que abandonar aquel refugio. "No quiero que se acabe", pensaba en aquel momento. Y hoy tengo ganas de gritar exactamente lo mismo.
- ¡Juanjo! –me llama Martin desde el otro lado.
Con la mano me hace un gesto para saber si estoy bien. Como siempre, aunque nos separen varios metros de distancia, en segundos él nota cuando algo no va bien.
Mi oasis de tranquilidad. La de tormentas que desencadenó en mí desde el mismísimo día que le conocí. Operación Triunfo me ha cambiado la vida, pero nada habría sido igual sin él. Sin su apoyo. Sin sus palabras y sus silencios. Sin sus "estoy aquí, pero sé que necesitas espacio". Sin su tiempo, el que me regaló y el que esperó. Sin sus fuerzas para seguir luchando por algo que yo todavía era incapaz de ver...
Álex sale del escenario y las primeras notas de nuestra canción se mezclan con los gritos de Valencia. Martin me mira una última vez antes de salir y le sonrío para que se vaya tranquilo. Esta noche es para disfrutar.
I may not always love you
But long as there are stars above you
You never need to doubt it
I'll make you so sure about it
Tomo una última bocanada de aire y salgo detrás de él.
God only knows what I'd be without you
Desde el principio noto un nudo en la garganta y sé que va a ser complicado cantar la canción en condiciones. Mi mano toca el hombro de Martin como hicimos otras tantas veces. Él se gira y veo como sus ojos apenas son capaces de retener las lágrimas. El nudo de mi garganta se aprieta un poquito más. Es la última vez y ambos somos terriblemente conscientes.
If you should ever leave me
Though life would still go on, believe me
The world could show nothing to me
So what good would living do me
God only knows what I'd be without you
En esa última frase una lágrima solitaria recorre su mejilla cuando me sonríe. No puedo evitarlo y le dejo una caricia para borrarla. El público enloquece.
Me giro por detrás de él y mi mano se enrosca en su cintura. Me dan igual los pasos marcados. El público ya se los sabe, los vieron en todos los conciertos anteriores. Este es el último y pienso vivirlo con libertad.
God only knows what I'd be without you
Cantamos juntos la melodía. Martin posa una de sus manos en mi pecho y presiona levemente para que le suelte, recordando los pasos marcados por Vicky. No va a pasar. Esta noche no. Ligeramente sorprendido alza una ceja, pero deja su mano en mi hombro y continúa.
If you should ever leave me
Well, life would still go on, believe me.
Termina de cantar su verso mirándome fijamente a los ojos mientras yo le respondo con el mío.
The world could show nothing to me
So what good would living do me
"Que pastelón" susurra él, fuera de micro, burlándose de mis palabras en la Academia.
God only knows what I'd be without you
God only knows... what I'd be... without you
La melodía final de la canción llega e irremediablemente mi vista se nubla. Esto se acaba. Martin lo nota y en lugar de alejarse se acerca todavía más a mí posando su mano en mi nuca. La mía acuna su cara con cariño. Soy vagamente consciente de que el público está gritando más que nunca. Cantamos tan cerca que nuestros micros chocan, generando un sonido muy molesto que solo nosotros podemos oír. Martin decide bajar el suyo y cantamos directamente por el mío. Su mano libre se apoya en mi pecho, justo encima de mi corazón desbocado.
God only knows what I'd be without you, oh oh oh
God only knows what I'd be without you, oh, oh oh
God only knows
God only knows what I'd be oh without you...
Con la última nota nuestras narices se rozan. Nunca hemos terminado tan cerca. Nunca. Ni en los conciertos, ni en la gala 4, ni en ninguna de las tantísimas veces que cantamos la canción por cada rincón de la Academia.
Recuerdo una conversación en la mesa, con algunos de nuestros compañeros, en las últimas semanas de concurso. "GOK con beso al final", dijo Lucas en su momento.
Ese deseo también fue pedido a gritos por nuestros fans en cada concierto de la gira. Nos lo preguntaron más de una vez en más de un podcast. Mis amigos bromearon con el tema y estoy seguro de que Arrate y compañía también lo hicieron con Martin. Pero lo más importante es que sé que también era un deseo mudo por parte de él. Pero por supuesto, jamás me lo pidió, posiblemente convencido de que me negaría.
Pero esta noche, y ante la imposibilidad de repetir todo esto de nuevo, mi corazón puede más que mi cabeza. Soy consciente del público, de que mis padres y los de Martin están ahí en medio en algún lugar viéndonos, nuestros hermanos también y buena parte de nuestros amigos... y estoy seguro que cada uno de ellos es feliz viéndonos felices a nosotros. Martin suspira y se separa de mí, con los ojos cerrados pero sonriendo, atesorando el momento.
- Espera –le digo tirando de él nuevamente pegándolo a mi pecho-. Gracias por haberme dejado vivir todo esto a tu lado. Nunca pude haber soñado algo mejor.
- Juanjo... -los ojos de Martin se llenan de lágrimas de nuevo.
El público guarda silencio y siento que este es el mejor momento para gritar lo que tengo atascado en la garganta desde que salí del backstage.
- ¡Que te quieroooo! –chillo por el micro para que todo el mundo me escuche-. ¡Eres lo más bonito que me ha pasado ahí dentro!
La gente silva y aplaude como loca mientras Martin se ríe y se lanza contra mí para abrazarme cual koala.
- Yo también te quiero Do. Estoy feliz de poder haber vivido esto contigo.
Cuando se suelta y sus pies vuelven a tocar el suelo, lo agarro por el cuello y lo atraigo hacia mí. Solo me da tiempo a ver como sus ojos se abren de par en par antes de que nuestros labios se encuentren. El público grita, nuestros compañeros gritan, una lluvia de flashes nos bombardea y yo solo puedo pensar en que estoy besando al amor de mi vida encima de un escenario después de haber cantado la que por siempre será nuestra canción.
A veces los sueños se cumplen, incluso aquellos que nunca nos atrevimos a soñar.
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Alén ❤️
(14/06/24)
