Encubierta | Ross Lynch

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Uno.

El día había comenzado completamente gris, no sería una sorpresa y comienza una tormenta dentro de poco.

Gire la perilla de la puerta blanca principal y salí de mi casa, no sin antes agarrar un paraguas.

El aire fresco golpeaba suavemente mi rostro, exhalé, tenía que empezar hoy con aquella misión.

Subí a mi camioneta, cerré la puerta y puse la calefacción. Deje escapar un suspiro.

Era menor de 18 años, por lo tanto, no tenía licencia de conducir, pero mi padre digamos que es... un oficial general de Los Angeles, por lo tanto, conozco a casi todos los oficiales que trabajan en LA, y si me descontrolo un poco con el coche... ellos me dejan pasar como si no hubiera pasado nada, pero obviamente se lo dicen a mi padre.

Mi padre esta realmente deprimido por todo lo que esta pasando, hace un mes murió mamá, y sigue con la melancolía dentro de él, lamentandose una y otra vez... Mi hermana pequeña, Taylor, también lo nota, últimamente he estado más con ella, pero todo el tiempo no puedo ya que necesito hacer los trabajos de la Universidad.

Y más que debo de "entrenar" para ser oficial, como mi padre, quiere que sea igual que él... a diferencia que soy chica. Mi padre no está muy orgulloso
de mi que digamos, siempre de la pasa gritándome por todo lo que me sale mal, y eso me hace llegar hasta este límite:

Pasar de encubierta.

Sí llego a encontrarlo, y a engañarlo, probablemente en unos meses mi padre esté muy orgulloso de mi por arrestar al criminal más grande de Estados Unidos, en pocas palabras, Ross Shor Lynch.

He estado investigando mucho sobre él con Hailee, cuando fue su primer robo, en donde, de donde supuestamente era, características físicas, últimos robos, y en donde lo podía "localizar".

Tenía absolutamente todo en mi memoria, sabía que decir si es que lo encontraba, que hacer si intentaba atacarme, y todo ese tipo de cosas, había estado planeando completamente bien, y con todos los datos que me había dado Hailee, que también es una oficial de policía, estoy casi segura que nada malo podría pasar.

Estacione mi camioneta frente a una gran casa, era bastante grande, pero estaba extremamente descuidada... Las ventanas estaban con polvo, las paredes blancas perecían grises, la puerta tenía rasguños y el césped estaba seco.

Alcé una ceja.
Baje de mi camioneta.

Aquella zona no era nada bonita, si no era bonita en el día... Sería peor en la noche, probablemente. Me acerque a aquella casa con miedo a que alguien pudiera atacarme.

Habían dos cámaras en la reja que impedía que entrara, trague saliva y voltee.

Parecía que todo estaba vacio, tal vez todos estaban adentro... o tal vez solo él este adentro.

Volví a voltearme.
Entrecerré los ojos para poder ver el número de la casa.
346

Metí la mano en mi bolso y saqué el post-it amarillo que me había dado Hailee, sonreí.

346.
Esta era la casa en la que posiblemente podría vivir Ross Shor Lynch.

Sólo la policía tenía este tipo de información, Hailee me dijo que habían dejado de intentar capturar a Ross Lynch ya que simplemente era imposible hacerlo, según ella es un criminal bastante astuto, y peligroso, mucho más para la policía.

Guarde del post-it amarillo en mi bolso rápidamente y toqué el timbre dos veces seguidas. Pude sentir que las cámaras se movieron por un instante.

Trague saliva, me cruce de brazos intentando no senté tanto frío como antes. Suspiré entrecortadamente.

La puerta principal de la casa se abrió, dejando ver a un hombre alto, rubio, con abdominales ligeramente cubiertos por una camiseta negra, jeans ajustados y rasgados, músculos en los brazos, labios rojos y ojos mieles.

Fruncí el ceño.
No lo describían así en...

-¿Qué haces acá niñita?
Me pregunto parándose en frente de mí sin abrir la reja.

Me miraba fijamente a los ojos, sin hacer ningún tipo de movimiento.
Tragué saliva... era un tipo bastante guapo como para dedicarse a robar.

-Estoy buscando trabajo -Solté.

Como era de esperarse, mentí.
El Rubio me miro de pies a cabeza, mordiéndose el labio inferior, me incomode notoriamente cuando note su mirada fija en mi escote.

Aquel tipo, no estaba segura de que fuese Ross Lynch pero habían bastantes posibilidades, soltó una risa ironica.

-¿Trabajo? ¿Y por que vienes justo aquí?

Alce una ceja.

-Estoy recorriendo casi toda esa calle en busca de trabajo, necesito ayudar a mis padres con algunos impuestos.

Respondí mirando hacia el piso.
Mintiendo otra vez.
El rubio volvió a recorrerme con la mirada.

-¿Trabajando como...

-Limpiando casas, no lo se.

Respondí rápidamente.
Si es que él aceptaba, estaría en su casa, y allí podría sacar mucha más información.

-Creo que si podrías ayudarme en un par de cosas -Murmuro asintiendo con la cabeza-. ¿Cuál es tu nombre?

-_________ Johnson

Respondí, y esta vez no mentía, mi nombre no circulaba como que estaba siendo "entrenada" para ser oficial de policía ni con el de mi padre.

-¿Hija de Ritchart Johnson?

Reí sarcásticamente.

-Ya quisiera.

-Pasa.

Nunca he negado a mi padre... pero esta vez tengo que hacerlo, solo quiero que el se enorgullezca de mí... como antes lo hacia.

Entre apenas abrió la reja, una vez adentro la cerro con tres candados y guardo sus llaves en el bolsillo de sus jeans. Me guió hasta entrar.

Abrí mis ojos.
La casa estaba echa un completo desastre, habían varios paquetes marrones en la mesa, en los muebles habían unas que otras revistas de playboy, un plasma encendido, la casa era bastante amplia.

Ahora tendría que revisar esos paquetes marrones y también las otras partes de la casa.

-Limpia todo lo que puedas, te doy dos horas, hay cosas de limpieza en la cocina, solo limpia, no se te ocurra tocar nada, si necesitas algo estaré en mi habitación, arriba a la derecha, segunda puerta, por cierto, soy Ross Lynch.

Dijo lentamente para luego guiñarme un ojo y retirarse por el pasillo de la sala.

***
Woohoo
Primer Capítulo!!❤