Encubierta | Ross Lynch

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Dieciséis.
Dedicado a: @katerineteran

Me adentré a la habitación del departamento que Ross había conseguido para los dos.

El edificio era realmente feo, tanto como la sala principal, la cocina, las dos habitaciones e incluso el baño.

-¿Estaremos aquí solo por un tiempo, verdad?

Pregunté algo tímida.
Ross asintió, estaba serio.
Hice una mueca.

Me iba a costar mucho ganarme su confianza otra vez, pero por suerte estábamos en Carolina del Norte, mi padre ya no podría localizarnos por un buen tiempo.

Deje mi chaqueta encima de la cama, y me acaricié los brazos con la yema de los dedos.

Anspiré el humo del cigarrillo de Ross.
Arrugue la nariz.

Me quite los botones negros que llevaba dejándolos en la fea alfombra, quedando en medias. Me recosté en la cama y estiré los brazos.

-¿Sabes? -Dijo Ross poniéndose encima mío.

Tocí cuando botó el humo de su cigarrillo en mi rostro. Lo sujete del cuello, le quite el cigarrillo y lo apagué en la mesita de luz que estaba a nuestro lado.

-¿Qué, amor?

-Nada -Contesto levantándose, fruncí el ceño-. ¿Me esperas aquí? Tengo que hacer un par de cosas, no tardaré nada.

Asentí aún algo extrañada.
Ross se levantó de la cama, y se dirigió hacia la puerta, salió por allí para luego cerrarla, pero esta vez, con seguro.

Abrí mis ojos como platos y me dirigí hacia la puerta. Intenté abrir la puerta pero, evidentemente, no podía hacerlo.

-¿Por qué... cierras la puerta con seguro, cariño?

Pregunte intentando no sonar desesperada, espere unos segundos, pero no obtuve respuesta.

-¿Ross?

Tragué saliva.
Busque algo dentro de la habitación para abrir la puerta pero no había nada con lo que podía ayudarme.

"Tranquila, Ross volverá pronto, solo de fue a hacer unos pequeños asuntos, volverá muy pronto"

Me repetía a mi misma mientras caminaba por al pequeña habitación.

No tenía exactamente el que hora estábamos, pero calculando, ya serían las 2:00am, y Ross no había vuelto.

Y eso me aterraba cada vez más.
Ross me ama, él no puede dejarme, pero me preocupa de que lo puedan atrapar... o no lo se, cualquiera otra cosa.

Me límite a ahogar una que otra lágrima y a recostarme en cama hasta intentar quedarme dormida.

Al poco rato, sentí como se abría la puerta, abrí los ojos de inmediato encontrándome con Ross.

El olor del alcohol llego hasta mi nariz.
Me restregué los ojos para poder mirarlo bien, y cuando lo hice, me asuste.

-Dime todo lo que puedas saber de tu padre, _______.

Me dijo con extremo resentimiento en su voz. Las lágrimas comenzaron a salir por mis ojos al notar que tenía un arma, apuntando directamente hacia mí.

-Ross... ¿Estas borracho? Ross, yo...

Una risa fue lo único que logre escuchar luego de unos segundos.

-Claro que no, no te hagas la estúpida _______, quiero que me digas todo lo que sepas de tu padre, con quien vive, de donde es, cuantos años tiene dedicándose a trabajar como oficial se policía -Apuntó a mi frente-. ¡Rápido!

-Ross por favor yo...

-¡DIMELO AHORA O TE MATARÉ JODIDA PENDEJA!

Me grito haciéndome sobresaltar.
Comencé a sollozar de inmediato.

-Ritchart Johnson... vive con mi hermana... se dedicó a trabajar en eso hace 4 años, tiene 45 años -Sorbí mi nariz y mire a Ross, esta vez veía odio en sus ojos-. Por favor no le hagas daño... Ross te lo suplico...

Ross me sonrió maliciosamente
Guardo el arma que tenía en uno de los bolsillos de sus jeans.

Me guiñó un ojo para luego irse, cerrando la puerta con seguro.

Emití un gran grito.

-¡Por favor Ross no le hagas daño!
Volví a gritar desesperada.

Esto no podía estas pasado.
Ross no puede ser así...
El no... el no es malo... seguramente esta borracho... si...

-¿James?

Pegue mi oreja a la puerta de inmediato con mis manos temblando ligeramente.

-Necesito que me hagas un pequeño favor... quiero que mates a Ritchart Jhonson, oficial principal de Los Angeles, te daré 600 dólares si lo haces antes del martes.

Abrí mis ojos como platos
Me deslice por la puerta de la habitación hasta rozar el frío piso.

Abracé mis piernas fuertemente.

No se exactamente todas las horas que pase llorando y lamentándome, hasta que me quede dormida.

Pensando en que esto no podía estar pasándome, no a mí.

***
Rayis :c