𝐑𝐢𝐬𝐢𝐧𝐠 𝐌𝐲𝐬𝐭𝐢𝐜

18. Laberinto interminable

La situación se vuelve crítica en un instante, con Kol herido y el grupo de Hope enfrentando una emboscada de cazadores. La tensión es palpable, y cada decisión ahora es cuestión de vida o muerte.

Los cazadores emergen de las sombras, armas en mano, con el líquido dorado que Cillian ha proporcionado. Uno de ellos dispara y acierta a Kol, cuyo cuerpo se tensa al instante, paralizado por la sustancia.

— ¡Tío Kol! — Hope grita, su voz llena de miedo y preocupación.

Davina corre hacia él, sus manos ya brillando con la energía de un hechizo curativo.

— Kol... — Murmura, su concentración intensa mientras intenta contrarrestar los efectos del líquido dorado.

Hope se vuelve hacia los cazadores, su ira y miedo canalizados en un poderoso deseo de proteger a su familia.

— ¡Nadie más se lastima esta noche! — Exclama, y con un movimiento de su mano, una barrera mágica surge alrededor de ellos, proporcionando un momento de respiro.

Ethan, a pesar de su herida, se coloca junto a Hope, listo para luchar.

— Tenemos que sacar a Kol de aquí y continuar con el plan. — dice, su mirada determinada.

Jade y Aiden se unen al grupo, sus propias habilidades listas para ser desplegadas.

— Voy a crear una distracción. También hay que sacar a los seres sobrenaturales que secuestraron los cazadores. — anuncia Jade, preparándose para usar su propia magia.

Aiden asiente, su postura defensiva indicando que protegerá a Davina y Kol a toda costa.

— Lizzie, Alec, necesitamos encontrar y liberar a los cautivos ahora. — Instruye Hope, sabiendo que cada segundo cuenta.

Con un plan de acción rápido, el grupo se divide. Hope y Ethan se enfrentan a los cazadores, mientras Jade crea una distracción. Davina, con la ayuda de Aiden, trabaja para estabilizar a Kol, y Lizzie y Alec se adentran más en el hospital en busca de los cautivos.

La lluvia sigue cayendo, pero dentro del hospital, la verdadera tormenta es la batalla por la libertad y la vida. El grupo de Hope no se detendrá ante nada para salvar a los suyos y poner fin a la amenaza de los cazadores.

La tensión en el hospital se intensifica a medida que el grupo de Hope se mueve con cautela, esquivando a los cazadores que patrullan los pasillos. La lluvia sigue cayendo afuera, un recordatorio constante de la oscuridad que los rodea.

Hope lidera al grupo, su instinto sobrenatural y su entrenamiento como trihibrida le permiten detectar a los cazadores antes de que ellos puedan verlos. Señala a Ethan y a los demás hacia las sombras, donde pueden pasar desapercibidos.

— Tenemos que movernos con cuidado. Cada esquina podría ser una trampa. — Susurra Hope, su voz apenas un hilo en la quietud del hospital.

Aiden Kors, con su experiencia en tácticas de combate, guía a los seres sobrenaturales liberados hacia la salida. A pesar de su número, se mueven en silencio, cada uno consciente de que el peligro aún no ha pasado.

— Vamos, sigan mis instrucciones y saldremos de aquí.  — Murmura Aiden, su tono es calmado pero firme.

Jade, por su parte, se prepara para su papel crucial. Con un hechizo preparado, espera el momento perfecto para lanzarlo y crear la distracción necesaria para que Hope y el resto del grupo puedan alcanzar el núcleo del hechizo.

— Esperen mi señal. — Dice Jade a través de un comunicador mágico que les permite hablar sin ser oídos por los cazadores.

De repente, un grupo de cazadores aparece al final del pasillo. Hope y Ethan se preparan para el enfrentamiento, sabiendo que no pueden permitir que los cazadores descubran a los demás.