Al entrar de nuevo, vio a Conan riéndose con su madre, siendo abrazado por ella de manera maternal mientras le decía lo maravilloso que era, y se preguntó si él deseaba que en vez de la señora Beckman, fuera su propia madre la que le dijera eso.
Suspiró antes de que sus cavilaciones se vieron irrumpidas de pronto por una cara nueva entre sus amigos, una de un hombre que ya había visto antes y que le hablaba a Conan con una sonrisa. Roy suspiró llegando hasta ellos, notando como Conan lo enfocó y su ánimo bueno mejoró por mil, se acercó a él rodeándolo del torso con sus brazos. Aún llevaba su traje de baile y sus ojos brillaban hermosamente hacia él. Roy pensó en lo afortunado que era por eso.
—¿Dónde estabas?—inquirió alzándose en puntitas para darle un beso en la mejilla.
—Solo por ahí, creí ver a alguien conocido—le dijo, acariciándole el cabello con algunos hilos brillantes de color plateado entre los mismos.
No pensaba decirle a quien había visto.
—Roy, ¿Ya conociste al señor Smith? —inquirió la señora Beckman agarrando al aludido del brazo—es un reconocido abogado que ahora tiene acciones en la empresa donde Conan trabaja.
Roy se rió, su madre parecía encantada con el hombre, Conan tan solo miró a su esposo en busca de algún signo de tensión por la presencia del susodicho.
—Por supuesto que ya lo conocí mamá, lo que no sabía era que vendría esta noche—el hombre sonrió metiendo sus manos en los bolsillos de su pantalón.
—De casualidad escuché a la secretaria del joven Freeman hablar de su show, así que encantado vine a echar un vistazo—Roy asintió ante su respuesta.
—Espero haya disfrutado del show, no verá nada mejor por aquí—comentó, Conan se rió entre dientes, tímido.
—Créame que ya me he convencido de eso—ambos se rieron y Conan tan solo miró al castaño con sospecha.
Unos minutos después, todos empezaron a retirarse, Dan se ofreció a llevar a la señora Beckman y a Amelia a sus casas, junto a León que se peleó con Amelia por el puesto delantero, diciendo que él era el único que podía sentarse allí. Dan tan solo rodaba los ojos por la inmadurez innata de su amigo.
Roy se quedó un rato más en la academia con Conan, este tenía que terminar de arreglar unos asuntos con el grupo de danza. Luego se fueron en un taxi y llegaron a su apartamento agotados. Fue entonces cuando Conan volteó a verlo entrecerrando los ojos mientras Roy aseguraba la puerta.
—¿Qué?—le preguntó extrañado por su escrutinio.
—Estabas siendo amable—comentó, acercándose para jugar con su camisa abierta en el comienzo de su clavícula.
—¿De qué hablas?—inquirió Roy riéndose, le rodeó la cintura para pegarlo a su cuerpo.
—Con el señor Smith —aclaró, Roy bufó.
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Por siempre [Mi chico Revoltoso]
Romance[Secuela de mi libro "Mi chico revoltoso"] Roy y Conan han luchado para estar juntos y al fin lo han logrado, construyendo una vida juntos en base al amor incondicional que se tienen, sin embargo, a veces situaciones no resueltas del pasado pueden p...