Capítulo 13: "Vacaciones"

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—Bien, lluvia de ideas para regalo de aniversario, ahora—chasqueó los dedos hacia la pantalla, dónde Amelia mordía un lápiz sentada en su escritorio con una lamparita siendo lo único que le alumbraba la cara

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—Bien, lluvia de ideas para regalo de aniversario, ahora—chasqueó los dedos hacia la pantalla, dónde Amelia mordía un lápiz sentada en su escritorio con una lamparita siendo lo único que le alumbraba la cara.

—¡Ya sé! Rosas, una suite, champaña y muchos condones.

—Demasiado trillado, lo saqué de la lista hace rato cuando fue lo primero que mencionaste al principio de la llamada—amelia refunfuñó cruzándose de brazos—vamos, dame algo original, Amelia. Tengo poco tiempo y nada de ideas, la mayoría de las cosas bonitas ya las hemos hecho en los anteriores aniversarios.

—Entonces cómprale algo y llévalo a cenar, algo simple porque hay que ser sinceros, Conan ya no tiene tiempo ni para respirar—roy suspiró reclinándose en su silla con desánimo, ese simple detalle rompiendo la burbuja que estaba creando para tratar de animar la situación entre los dos.

—Gracias por las porras, me ayudas mucho.

—Tú mísmo me has dicho que apenas y se ven en el día, además mira, es domingo por la noche y no está contigo comiéndote a besos o viendo una absurda película de vampiros con chocolate caliente—la sola mención de aquellos planes lo hizo torcer el gesto, lo que menos quería pensar era en eso. Tenía suficiente con el constante pensamiento en su cabeza, recordándole los cambios en la relación de ambos y lo mucho que le dolía ese hecho.

—No hay que hablar de eso, haré algo simple entonces—comentó dejando a un lado sentimientos que no le servían en ese momento y se frotó el mentón con el ceño fruncido mientras pensaba, un golpe en la mesa sobresaltó a la chica tras la pantalla—¡Lo tengo! Vacaciones de fin de semana a la playa, pediré el sábado como compensación por las horas extras e insufribles que he pasado en esa horrorosa compañía, le diré que haga lo mismo y nos vamos.

—Eso no es para nada simple, pendejo.

—Pero aún no lo hemos hecho, será grandioso—añadió con ánimo—además el otro domingo es nuestro aniversario, así que me lo llevaré el sábado por la mañana y planearé una cena en la playa, a la luz de la luna, ambos vestidos de blanco como en nuestra boda.

—Ya cállate, aquí estamos solteros ¿De acuerdo?—refunfuñó irritada la muchacha, cruzándose de brazos.

—Hablando de eso, ¿Por qué no sales con alguien? Debe ser aburrido estar un domingo por la noche haciendo planes de aniversario de tu amigo de la infancia—amelia se encogió de hombros.

—Qué importa, tengo que estudiar de todos modos, la semana entrante es de parciales y debo mantener la beca o estaré perdida. No tengo tiempo para salir con nadie, además, si tuviera una relación no tendría tiempo para inmiscuirme en la de ustedes, que es mejor que cualquier cosa—roy se rió sacudiendo la cabeza—te ayudaré a ver las mejores reservaciones en hoteles bonitos.

—Y baratos por favor, mi salario como asistente no es la gran cosa—amelia rodó los ojos.

—Que pobre estás amigo, sigue el ejemplo de tu esposo, vuélvete el vicepresidente de una compañía millonaria al menos, que vergüenza.

Por siempre [Mi chico Revoltoso]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora