Capítulo 04: "Nueva noticia"

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Su madre lo abrazó fuerte con una enorme sonrisa, ignorando sin querer el gesto de preocupación en el rostro de su hijo que acababa de dejar ver

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Su madre lo abrazó fuerte con una enorme sonrisa, ignorando sin querer el gesto de preocupación en el rostro de su hijo que acababa de dejar ver.

—Te hice un delicioso pastel de chocolate para que lo comas con Conan—comentó la adulta alejándose con ilusión, Roy le sonrió agradecido mientras ella miraba a su alrededor, viendo a León molestar a Amelia y a Dan recostado en una tumbona, mirándolos sin remedio. Los tíos de Amelia se hallaban sentados conversando con la mamá de la misma —Por cierto, ¿dónde está mi hermoso nuero? De repente ha desaparecido.

Roy hizo una mueca de inquietud.

—Tuvo que salir a hacer un pendiente, mamá —la aludida frunció el ceño.

—Pero ya es bastante tarde ¿no? Casi las siete y media—Su madre lo miró, escéptica—¿todo está bien? Te noto tenso.

Roy frunció los labios, sobándose la nuca.

—La verdad es que...—torció la boca, desagradado—su padre pidió verlo, está en la ciudad.

La señora Beckman rodó los ojos.

—Pues esperemos que ese hombre no distraiga mucho a Conan, seguro que él quiere estar aquí, pero como siempre esa gente llega en el momento menos deseado—roy medio sonrió desviando la vista a cualquier otro lugar al tiempo que Amelia llegaba a quejarse con su madre, huyendo de León que la amenazaba con lanzarle una lagartija. La señora Beckman rodó los ojos alejándose de esos revoltosos.

Pero él no podía concentrarse en nada mientras su esposo estuviera cerca de ese hombre, era su padre, pero conocía bien a esa familia y eran capaces de lavarle el cerebro a su rubio con facilidad. Además, ya lo habían alejado de él una vez por varios años y como aún seguían rechazando su relación con Conan, podían seguir queriendo deshacer la unión entre los dos, de una u otra manera.

Tomó un vaso de cerveza dispuesto en la mesa de bocadillos y bufó tomando un sorbo.

Sus pensamientos lo hacían preocuparse más y más conforme pasaba el tiempo y no tenía noticias de Conan. Una parte de sí, tenía miedo de lo que estuviera hablando ese señor con su esposo.

—Te ves demasiado gruñón para ser el cumpleañero, hombre—se burló Dan, llegando hasta él con una sonrisa. León lo alcanzó, dejando de molestar a Amelia y empezando a bailar en su lugar una canción de Harry Styles.

—Deberíamos donar el regalo a alguien que sí se vea emocionado por recibirlos—comentó este, bebiendo un sorbo de su propia cerveza y tomando la mano de Dan para darse a sí mismo una vuelta en su propio eje, Roy rodó los ojos.

—Claro que sí, estoy emocionado por recibir otro ramo de codones como el año pasado—le recriminó con irritación.

—Deberias agradecer que estoy contribuyendo al sexo sin embarazos, amigo mío—comentó León, indignado.

Por siempre [Mi chico Revoltoso]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora