Capítulo 14: "Culpa"

341 44 59
                                    

—Lo tengo todo preparado—amelia le dijo con emoción en la voz mientras Roy navegaba en internet, viendo los tickets de avión hacia su destino

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

—Lo tengo todo preparado—amelia le dijo con emoción en la voz mientras Roy navegaba en internet, viendo los tickets de avión hacia su destino.

—Perfecto, lo bueno de hacer un viaje sorpresa en abril es que los precios no están tan elevados—suspiró algo aliviado, su bolsillo no lo soportaría.

—Bueno, pero y a todas estas, ¿Conan ya pidió el día?—inquirió distraída en su plato de cereal.

Roy torció los labios.

—Quiero pensar que sí, hoy ya es viernes, pero como bien sabes, el gran Conan Freeman casi no está en casa y ni siquiera por ser su esposo puedo hablar libremente con él cuando está en la empresa—amelia hizo una mueca.

—Eso no es bueno, ¿Y si lo ha olvidado?

Roy se rió negando con la cabeza.

—Conan puede estar muy ocupado, pero jamás olvida nuestro aniversario y mucho menos algo que ya hemos pactado con anterioridad,—dudó un poco de sus propias palabras y suspiró sabiendo que últimamente no era así, la muchacha se encogió de hombros, sin remedio—de todos modos, se lo he recordado constantemente, tal vez así no lo olvide.

—En ese caso, pagaré la estancia por dos noches en el hotel por adelantado mientras tú gestionas los tickets de vuelo—comentó ella tecleando en su computadora a un lado de su bowl con cereal.

—Perfecto—el ruido de la puerta del apartamento abriéndose lo distrajo, así que viró a sus espaldas para ver a su esposo entrar con el celular al oído, conversando seriamente como siempre—hablando del diablo.

El rubio suspiró sonriéndole mientras escuchaba a la otra persona en la línea y saludó a Amelia en la pantalla del computador con un ademán. Roy se apresuró en eliminar la pestaña de los vuelos.

—Está bien, señor. Revisaré eso de inmediato, lo llamaré de vuelta en diez minutos ¿De acuerdo?—asintió con la cabeza y colgó la llamada, caminando hacia su esposo para darle un beso en la coronilla de la cabeza al tiempo que Roy le abrazaba la cintura aún sentado en el comedor.

—¿Que están haciendo? ¿Poniéndose al día?—inquirió con diversión.

—Más o menos—dijo Amelia con una sonrisa.

Conan sacudió la cabeza con una sonrisa, mirando la hora en su celular.

—Bien, debo ir a atender un asunto y luego empacaré maletas—roy lo miró descolocado y miró a Amelia, asustado de que su sorpresa ya hubiera sido descubierto por él.

—¿Maletas? ¿Por qué?—cuestionó, nervioso.

—Oh, solo un viaje rápido que debo hacer a los angeles, volveré mañana por la tarde—el castaño se tensó, soltando su agarre en su cintura.

Amelia pudo notar como las ilusiones desaparecían de sus ojos.

—Pero... ¿Que hay de pedir el día de mañana? ¿No lo hiciste?—cuestionó, su voz sonando con desánimo.

Por siempre [Mi chico Revoltoso]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora