Por siempre [Mi chico Revoltoso]

Capítulo 21: "Caer"

Conan dejó sobre su escritorio su carpeta de pendientes para esa mañana mientras sorbía de su taza de café como si fuera lo último que haría en su vida, revisó aquí y allá siendo consciente de lo acelerado que se hallaba. Sin embargo, solo quería distraerse del montón de pensamientos que le llenaban la cabeza y que involucraban a Roy.

Podría pensar en él todo el día menos cuando había de por medio un problema de pareja. Odiaba estar mal con él, odiaba que aparentemente toda la culpa fuera suya por estar peleados y odiaba no saber qué hacer al respecto. Soltó un suspiro cansino revolcándose el cabello, tenía tantas cosas que hacer que no sabía por dónde empezar.

-Señor-se asomó su secretaria por la puerta de la oficina con una amable sonrisa-¿Me llamaba?

-Sí, por favor pasa-le dijo atareado, tomando un documento para empezar a digitar en la computadora a una velocidad que ponía en evidencia la ansiedad que sentía.

La muchacha lo miró algo curiosa por su aspecto cansado al tiempo que entraba y avanzaba hacia el escritorio.

-Primero que todo, necesitaba que me ayudaras a tabular está información -dijo buscando algo confundido entre tanto papeleo hasta encontrar una carpeta y extenderla hacia ella-con un análisis al final por favor, me lo muestras y vamos modificando si es necesario.

Ella recibió la carpeta y asintió sonriéndole

-De acuerdo, me pondré en eso ahora mismo.

-Ah y...-se frotó los párpados suspirando-gracias por tu discreción y tu gran desempeño en lo último que te pedí hace poco, fue muy útil.

-¿Pudo encontrarlo allí?-inquirió la chica, y Conan frunció los labios, mirando la pantalla de la computadora con gesto de melancolía.

-Sí, sí lo encontré. Aunque...-negó con la cabeza -no importa, solo te quería agradecer.

Y volvió a teclear en la computadora, luciendo fatigado y estresado.

-¿Necesita que lo ayude en algo más?-preguntó ella, en busca de aligerar su tensión al menos laboral-no se preocupe si es mucho, puedo quedarme hasta tarde para ayudarlo.

-No, no, no hace falta-le sonrió genuinamente por primera vez en la mañana, alzando sus ojos algo hinchados hacia ella-aprecio tu ofrecimiento pero estoy mejor mientras pueda ocupar mi mente con algo.

La joven torció los labios

-Sé que no me está preguntando nada, pero los problemas no deberían evitarse ni censurarse, es mejor para nuestro cuerpo y mente enfrentarlos-comentó algo dubitativa de que estuviera siendo muy invasiva, pero Conan solo hizo una mueca, mirando su computadora con bruma

-Hay problemas que debemos enfrentar, solo que no sabemos cómo-se rió, cansado.

Ella apretó los labios, pesarosa.