Dulces sueños, DeJun

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El día que pensó en unir a sus grupos de amigos seguramente no estaba cuerdo, porque había creado una bomba.

Kun, SiCheng y Yangyang habían estado algo renuentes a la reunión, algo comprensible, no es bonito darte cuenta que tu mejor amigo tiene más amigos, pero al descubrir que tenían dos cosas en común (su cariño por él y su odio hacia Johnny) estuvieron más dispuestos a conocer a quienes le habían apoyado en esos momentos difíciles.

Habían durado dos minutos en silencio y no por problemas de lenguaje, ellos podían entenderse en inglés, chino o coreano, pero parecía que habían olvidado como hablar; Mark, Samuel y Joshua sentados en su pequeño sofá frente a la computadora que mostraba a Kun, SiCheng y Yangyang sentados uno al lado del otro en el sofá de Kun. Había sido incómodo, él no sabía bien cómo romper el hielo, pero Kun Ge, el buen Kun Ge, había empezado con las preguntas de rutina.

Cuando la importancia del clima pasó, Yangyang ya se sentía más en confianza, preguntando por sus trabajos y pasatiempos. Todo bien, todo muy tranquilo... hasta que Mark dijo seis palabras que le cortaron la respiración.

—Y... ¿ustedes si conocen a KunHang?

—Mark Lee

—¿Quién es KunHang? —preguntó SiCheng, aunque era obvio que los tres tenían esa duda.

Mark giró a verlo con extrañeza, una ceja levantada en señal de interrogante.— ¿Ellos no saben de KunHang?

—Eh, primero, no solo porque estén en China significa que conozcan a todos los chinos, eso fue muy racista de tu parte. —defendió, sintiendo el rubor en sus mejillas.

—¿Eso cuenta como ser racista?

—Segundo, tenía que ponerlos al día en muchas cosas, apenas hace tres semanas empezamos a hablar de nuevo... yo...

—En realidad, hace un mes. —exclamó Yangyang, cruzándose de brazos.— Y nunca escuché media palabra de un tal KunHang.

Si era posible, sintió que estaba aún más sonrojado, sus seis amigos tenían la mirada fija en él, totalmente expectantes.

—Uhm, si, bien... KunHang es un amigo... reciente... lo conocí por equivocación y nos escribimos un poco de vez en cuando.

—¿De vez en cuando? —burló Sam, su mirada cambió a la pantalla— Se hablan todos los días, todo el día, ven películas, se hacen videollamadas, es más, seguramente nuestra reunión fue hoy porque Hendery tenía un compromiso.

Cristo, ¿era posible morir de una vergüenza?

—No es cierto.

—¿Entonces por qué no está conectado? —preguntó SiCheng.

Era pésimo para mentir, ni siquiera sabía por qué lo seguía intentando. Suspiró nerviosamente, una de sus manos pasando por su cabello mientras sonreía tratando de aligerar el ambiente— Ca-Casualmente... él está en un desayuno con su familia. —murmuró, sus tres amigos por la pantalla asintieron en silencio, viéndose entre ellos— ¿Qué?

—Sam ¿Está bueno? —preguntó Yangyang de pronto, viendo fijamente al nombrado, una sonrisa apareció en su rostro.

—Está buenísimo. —exclamó, haciendo una seña de ok con sus manos.

—¡Samuel Arredondo!

—Hemos hablado con él un par de veces nada más. —continuó Joshua— Y nos contó de él porque se vio obligado a hacerlo, no porque quisiera, pero si está muuuy caliente... su sonrisa te deja embobado, se los juro, un príncipe total, incluso le manda regalos.

¡Mensaje enviado! | JohnXiao - HenXiaoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora