¡Mensaje enviado! | JohnXiao - HenXiao

Vendrá un amigo

Hendery sonrió disimuladamente viendo los fotos que DeJun le envió caminando por un sendero.

El mayor llevaba ya tres días en China, sus amigos estaban viviendo prácticamente en su casa para no perderse ni un momento con él, hoy era el último día de vacaciones de su madre y habían decidido ir a caminar al monte Wutong. Estaba viviendo el momento de su vida, las fotos que le enviaba mostraba una sonrisa que él nunca había visto.

Ah, le encanta verlo tan feliz, con sus bonitos ojos brillantes y sus pómulos elevados.

No habían tenido videollamadas porque el mayor siempre estaba ocupado, pero seguían escribiéndose con entusiasmo, un reloj en su cabeza le marcaba el tic tac en su oído y le recordaba que en cuatro días DeJun y él estarían frente a frente.

Tenía muchas actividades programadas para la semana que pasarían juntos, la mayoría era solo para ellos dos, como un picnic y senderismo, ir al centro comercial y a una librería que DeJun tenía especial interés en conocer, otras serían con su familia... como la ida al parque de acuático.

Había planeado con anticipación cada actividad, pensada específicamente para que DeJun disfrutara sus días en Macao, él incluso había comprado ya todas las entradas... pero... aún tenía que avisarle a su familia.

Era su culpa, lo sabe, había estado posponiéndolo desde el inicio, debió decirlo desde el instante en el que DeJun le propuso volver a Estados Unidos juntos, (¡él incluso había tenido la oportunidad de decirles a sus hermanas durante una llamada con él, pero había simplemente fingido demencia!), pudo hacerlo cuando le confirmaron su cita para la visa... o cuando le dieron la visa, tal vez en el momento en el que pagó sus boletos... y está seguro que debió decirles antes de ofrecerle a DeJun quedarse en su casa.

Y quizá también tuvo que decirle a DeJun que técnicamente... no tienen habitación de invitados.

Dios, él estaba escondiendo muchas cosas. Pero no pudo evitarlo. Cuando el mayor le pidió recomendaciones de hoteles bonitos y económicos, no dudó ni un segundo en decirle que era bienvenido en su casa. DeJun se había ruborizado tiernamente, explicado que no quería ser una molestia y luego de insistirle un poco había accedido y agradecido el hospedaje.

Él había volado en una nube solo con la idea de que DeJun dormiría en su cama, mierda, ¿dejaría el olor de su cabello en la almohada? momento ¿a qué olería? quizá un aroma suave y sutil, un poco cítrico o dulce, Dios, se vería tan tierno con sus ojitos cerrados que estar en el suelo por una semana valdría la pena.

Pero ahora debía enfocarse.
Tenía que decirles que DeJun llegaría.
Más importante, que viviría con ellos una semana y lo llevarían al museo y al parque acuático.
Aún más importante, decirles que él se iría dos meses a Estados Unidos con el mayor.
Y todo sin mencionar que era un amigo que había conocido en línea.

Mierda.

—¿Tienes espacio para el postre, corazón? —murmuró su madre, tomando un poco de su vaso de agua. Su padre aún masticaba el último bocado de su almuerzo.

Había elegido ese momento para decirles, en su tarde de hijo único, aprovechando que sus hermanas habían salido con amigas, sabía que si ellas estaban harían la situación más grande de lo que era, el drama corría por las venas de la familia Wong. Ya habían jugado al golf, salieron de compras y ahora estaban terminando de almorzar. Quería postre, aunque eso significará vomitar de los nervios.

—Una crepé de chocolate. —asintió él y su padre sonrió, levantando su mano para solicitar los postres, cuando se quedaron solos de nuevo, aclaró su garganta— Eh, yo... quería contarles algo.