Mentiría si dijera que nunca quiso algo con aquel chico de pelo negro, ojos cafés y gran estatura. Pensó en él varios días, varios meses, aun que era obvio que alguien se lo iba a arrebatar, pero jamás pensó que ese alguien iba a ser su amiga.
Esto venía sucediendo hace meses, Rodrigo mostraba un claro interés por los chicos, pero de su boca jamás saldría una confesión directa de que era homosexual. A él solo le parecían atractivos, es todo.
Aun así, parece que eso cambio cuando conoció a Iván, un pibe con el que compartía relación por formar parte de la misma plataforma y ser ambos provenientes de Argentina.
Habló por primera vez con Spreen gracias a Robleis, uno de sus mejores amigos, esto se dio por un evento que tenían los tres en común, y como Rodrigo ya conocía a todos menos a aquel streamer, decidió empezar a conocerlo un poco antes.
Le habló con la excusa del evento, preguntándole si sería parte para charlar algunas cosas y efectivamente, terminaron formando una amistad en menos de veinticuatro horas, obteniendo la confianza del otro dentro de poco.
Todo era por chat hasta que se vieron en persona, desde ahí se volvieron a juntar más seguido, mostrándose también en las redes sociales, haciendo que más personas quisieran que hagan un directo juntos.
Por lo que, un día en el que el castaño estuvo de visita en “La mansión Eretics”, donde de encontraba alojado el pelinegro, a los dos les pareció una espectacular idea iniciar su primer directo allí.
Prepararon las cosas al instante y encendieron la cámara, obteniendo muchos espectadores.
Pasaron una linda tarde con sus fans, prometiendo que habría más directos de ellos juntos.
Y así fue, iniciaron poco a poco una de las amistades más reconocidas en Twitch. Incluso los sentimientos de Rodrigo se empezaron a ver más notorios, causándole el pensamiento de que sería buena idea confesarle lo que sentía a Iván.
Pero, claro, tuvo que surgir esa salida con amigos en la que Carrera invitó a la cantante del momento, Saramalacara.
Al tener una personalidad bastante similar, Sara e Iván conectaron al instante, haciendo sentir cosas al ojiverde.
—Che, Carre. — Llamó Robleis.— Carre. — Nada.— Rodri.— Nada aún.— ¡Rodrigo!
—¿¡Qué!? — Jadeo enojado.
—¿Por qué mierda los miras tan... No sé?
—¿A quiénes?
—A Iván y Sara.
Volvió su mirada a los nombrados.
—Nada, me sorprende que se llevarán bien desde el principio.
—Son celos. — Aclaró Unicornio en broma.
—Dale, boludo, no jodas.
—Yo creo que sí. — Rió Tomás.
—Uh wacho, dale, como joden ustedes. — Protestó.— Ni que me gustara.
Germán y Tomás se miraron de reojo, ambos sabían que eso último estuvo demás al ser una mentira.
—Horrible esa mentira, primo. — Expuso el de lentes, sentándose al lado del castaño.
—Es que no sé si me gusta. — Bufo.— Tipo, sí, pero no sé.
—¿No era qué le ibas a decir que sentias cosas por él?
—Sí.
—¿Entonces?
—Es que ahora no sé, miralos.
Sus dos amigos observaron a Sara e Iván, quienes se veían bastante divertidos riendo, hasta cualquiera podría decir que se estaban chamuyando.
—¿Por qué la trajiste? — Dijo Germán.— O sea, me cae piola y todo, pero vos sabías que iba a pasar esto.
—Nunca pensé que iba a ser tan así.
—Déjalos, ya vas a encontrar a otra persona.
El más bajo inclinó su cabeza, angustiado.
Sabía que no iba a encontrar a alguien como Spreen, una persona que le hiciera sentir todas esas cosas que Iván lograba viéndolo a los ojos.
Aun así, dejó que fuera feliz.
...
Los meses pasaron y logró sacar de su cabeza al pelinegro, pero esa noticia que había recibido lo llevó a dudar nuevamente.
Estaba enojado, no siempre Sara tenía que quedarse con los chicos que a él le atraían.
Tenía que salir de ahí, pero la castaña a pesar de ser una hija de puta a veces, lo ayudaba un montón, lo acompañaba y le mostraba su apoyo todos los días, era la amistad que siempre quiso con una chica.
Podía tener sus errores y lo comprendía, pero ya se estaba empezado a hartar de esas equivocaciones.
Quiso ir a hablar con ella ese día, por lo que tocó la puerta de su departamento una vez que el portero lo haya dejado pasar al conocerlo.
Una chica de cabellos castaños alborotados le abrió la puerta.
Rodrigo pensó lo peor.
—Uy, Rodri, ¿qué haces acá? — Dijo tratando de aparentar tranquilidad.
—¿Con quién estás? — Consultó curioso, intentando ver de puntas de pie a la persona.
—Con... Iván.
Sus ojos se abrieron levemente, mordió la parte interior de su cachete y levanto las cejas, estaba sorprendido pero su expresión no mostraba más. Ya lo suponía.
—Que lindo, ¿cuando planeas decirme? — Concluyó serio pero mirándola inocentemente.
—Hoy mismo. — Contestó delicadamente.
—Bueno...
—Perdón Rodri, perdoname, yo sé que te lo tuve que decir antes pero no sabía cómo, vos sabes que sos mi mejor amigo y que por claras razones me costaba decírtelo. — Interrumpió.
Desvío su mirada desinteresado.
Estaba más convencido de dejarla con la suplica en la boca que ser abrazado por ella mientras le agradecía haber aceptado sus disculpas.
Terminó optando por la última opción.
—Entiendo.
Sara sonrió amistosamente.
—Bueno, te dejo.
—Esta bien.
Se despidió de ella con amabilidad y luego se fue de su vista casi corriendo.
Verla así solo le causaban malos pensamientos, los cuales tranquilamente podían ser verdades.
Que Iván y Sara hayan tenido sexo, solo torturaba su mente. Saber que su mejor amiga se acostó con el chico del que alguna vez se enamoró, lo destrozaba.
Pero él no iba a estar deprimido por eso, iba a dejar que sean felices por más que tuviera que enterarse de esa manera.
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𝘵𝘶_𝘥𝘳𝘰𝘨𝘢 # 𝖱𝖮𝖣𝖱𝖨𝖵𝖠𝖭
Teen Fiction𝘜𝘯𝘢 𝘳𝘦𝘭𝘢𝘤𝘪𝘰́𝘯 𝘳𝘰𝘵𝘢. 𝘋𝘰𝘴 𝘴𝘵𝘳𝘦𝘢𝘮𝘦𝘳𝘴 𝘺 𝘶𝘯𝘢 𝘢𝘳𝘵𝘪𝘴𝘵𝘢 𝘦𝘯𝘵𝘳𝘦 𝘮𝘦𝘥𝘪𝘰. · se usa el lunfardo · capítulos cortos