Los ojos oscuros de Franco apreciaron una figura a lo lejos del pasillo, podía tratarse de una escena típica de una película de terror, pero la realidad era que estaba buscando al novio de su primo, y si tenía que clavarle el machete que cargaba en su mano a alguien, lo haría.
De repente, a la persona que aún no de cifraba quien era, se le acerca otra y empieza a querer ahorcarlo, al percatarse del intento de robo, apura su paso con miedo de que se tratará de la persona que buscaba.
Al acercarse lo suficiente, pudo ver el pelo castaño y ojos verdes esmeralda que lograron ser la señal para hacer un movimiento rápido y sacar su machete.
—Dejalo. — Indicó moviendo la navaja.
El hombre procedió a poner el filo de su cuchillo en el cuello de Rodrigo, mientras este último hacia lo posible para safar del agarre.
—Dame todo o lo mato. — Amenazó.
Sacó su celular y lo enseño, lo dejó en la tierra con piedras y lo miro esperando que pusiera de su parte.
—Soltalo ahora.
La jugada salió mal, el chico termino llevándose el celular de ambos y dejando una larga línea roja marcada en el cuello del castaño.
Apoyo su mano mientras intentaba regular su respiración.
—¿Te duele mucho? — Pregunto apoyando sus manos en los hombros del contrario para que no se caiga.
—Una bocha. — Indicó frunciendo el ceño del dolor.
Rodrigo no podía dejar de soltar quejidos y de hacer muecas, el dolor que sentía era más del que imaginaba.
—Vamos, te llevo con Iván.
—Eu, perdón. — Formulo entre sonidos dolorosos.
—¿Por qué? Casi te matan, no deberias pedir perdón.
—Es que fui muy lejos, tampoco conocía la zona... — Explicó.
—No pasa nada, no te sientas culpable, Javier es así y a todos nos jode mucho, así que te entiendo, me pasó lo mismo que a Iván, un día les presente a mi pareja y Javier empezó con sus boludeces. — Dijo mirando con una sonrisa al ojiverde.— No le des pelota con respecto a lo que te dijo, vos sos diferente a Sara en muchos aspectos y no deberias parecerte a ella, porque Iván te ama por como sos, y se encargó de decirnos eso antes de que te conocieramos porque sos muy especial para él, y no quería que pase nada de esto por eso. Él te ama un montón, no le des bola a lo que digan los demás.
Le devolvió la sonrisa en lo que trataba de encontrar alguna manera de que la herida no le doliera.
—En casa tenemos todo para curarte, pero deberíamos llevarte un hospital apenas lleguemos.
Asintió adolorido.
Franco pasó su brazo por el cuello de Rodrigo, haciendo que se junten su cuerpos en un medio abrazo.
—Es una pena conocerte así, pero al menos sabes que ya formas parte de la familia.
—Perdón de nuevo por tu celu, prometo de volverte el favor.
—No te preocupes, ni hace falta.
—Gracias.
—Podes contar conmigo y con cualquiera de la familia siempre que necesites, Rodri.
Acarició la mano del mayor, sonriente.
Cuando llegaron a casa, atendieron a Carrera y Franco se pudo comunicar con los demás, la pareja tuvo un adorable reencuentro.
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𝘵𝘶_𝘥𝘳𝘰𝘨𝘢 # 𝖱𝖮𝖣𝖱𝖨𝖵𝖠𝖭
Ficção Adolescente𝘜𝘯𝘢 𝘳𝘦𝘭𝘢𝘤𝘪𝘰́𝘯 𝘳𝘰𝘵𝘢. 𝘋𝘰𝘴 𝘴𝘵𝘳𝘦𝘢𝘮𝘦𝘳𝘴 𝘺 𝘶𝘯𝘢 𝘢𝘳𝘵𝘪𝘴𝘵𝘢 𝘦𝘯𝘵𝘳𝘦 𝘮𝘦𝘥𝘪𝘰. · se usa el lunfardo · capítulos cortos