XIII. Menos mal

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Narra Derek

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Narra Derek

Me levanté temprano, como siempre, listo para otro día de entrenamiento con el equipo. La rutina era la usual, pero con mucho mejor humor, especialmente después de la noche que había pasado con Mar. Mi mente todavía daba vueltas con los recuerdos de nuestro beso y la promesa de intentar de nuevo. Me vestí rápidamente con mi uniforme de entrenamiento y salí de mi casa.

Al llegar al complejo deportivo, me encontré con una sorpresa. Los entrenadores habían decidido hacer un entrenamiento mixto, combinando el equipo femenil con el varonil. Era una rara oportunidad para entrenar junto a las chicas y una excelente manera de mejorar el nivel de ambos.

El entrenamiento comenzó como siempre, con ejercicios de calentamiento y algunas dinámicas para afinar nuestras habilidades. Me concentré en los ejercicios, pero mi mente seguía volviendo a su lugar favorito... Mar.

De repente, la vi llegar con su equipo. Mar y las chicas del PIO se dirigían hacia el complejo, preparadas para su sesión de entrenamiento después de la nuestra. Nuestros ojos se encontraron a través del campo, y compartimos una mirada y una sonrisa cómplice. Era como si todo lo demás desapareciera por un momento, y solo estuviéramos nosotros dos.

Mar y su equipo se sentaron en las gradas, observando mientras nosotros entrenábamos. Su presencia me dio un impulso extra de energía. Quería impresionarla, mostrarle que estaba comprometido no solo con mi equipo, sino también con la oportunidad que habíamos decidido darnos.

Alex: Bien, quiero que se emparejen —dijo el entrenador—. Un chico con una chica. Vamos a trabajar en pases y movimientos coordinados.

Miré a mi alrededor, buscando con quién emparejarme, cuando vi a Cris acercándose. Cris era una de las jugadoras más talentosas del equipo femenil, y habíamos trabajado juntos antes en algunas sesiones. Pero ya había intentado coquetearme un par de veces aunque siempre lo había manejado con tacto, manteniendo la relación en una línea de amistad.

Cris: ¿Te apuntas conmigo, Derek? —preguntó con una sonrisa juguetona.

Asentí, devolviéndole la sonrisa. Al fin y al cabo, éramos amigos y sabía que podíamos hacer un buen trabajo en el ejercicio.

Derek: Bueno

Nos colocamos en la cancha, listos para comenzar. El ejercicio consistía en una serie de pases rápidos y precisos, seguidos de movimientos de desmarque y finalización en portería. Cris y yo nos sincronizamos rápidamente, cada uno anticipando los movimientos del otro con precisión.

[...]

Narra Mar

Mis compañeras y yo estábamos sentadas en las gradas, observando cómo el equipo varonil y femenil entrenaban juntos. Era interesante ver la dinámica entre los chicos y las chicas, y cómo se complementaban en los ejercicios. Aunque estaba tratando de concentrarme en el entrenamiento, mis ojos seguían desviándose hacia Derek.

A Segunda Vista - Mar SerracantaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora