Donde Mar Serracanta estaba más concentrada que nunca en ganar el siguiente titulo para su equipo cuando alguien del pasado reaparece en su vida para darle la vuelta.
Donde Derek Ortega es convocado a jugar en un equipo de la Kings League así que vu...
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Varios días después...
Narrador Omnisciente
De vuelta en Barcelona, Derek llevaba más de una semana intentando tener contacto con Mar por todos los medios posibles. La llamaba, pero ella no respondía, le escribía, pero ella no leía los mensajes, incluso fue a su casa un par de veces, pero siempre le abría la hermana de Mar con la historia de que no estaba en casa.
Derek, a pesar de todo, conocía a su novia... O la que hace poco lo era. Sabía que eso era mentira, que simplemente ella no quería hablar con él y por mucho que le doliera, lo entendía.
Luego de muchos intentos sin ningún éxito, Derek dejó de intentar.
Mar, por su lado, no había salido de casa para nada. Se la pasaba en su habitación mirando una y otra vez las fotos antiguas y las nuevas que había podido tomarse con Derek.
Escuchaba su móvil, pero lo dejaba sonar. Veía las notificaciones de WhatsApp, pero no las abría. Y le había dicho específicamente a su hermana que si Derek llegaba, dijera que no está.
La Kings y Queens estaba en parón después de las últimas competiciones así que no había entrenos y no había visto a las chicas de PIO desde aquel día en que volvieron de Málaga. Todas estaban preocupadas por ella, pero Serracanta se reservaba a decir que estaba bien. Incluso dejó de salir a correr con Galet, ahora lo hacía su hermana. Toda esta situación le estaba doliendo más que la primera vez, mucho más.
Javi: Amigo... —Lo llamó, recargado en el marco de la puerta de su habitación.
Derek: ¿Mm? —respondió con desinterés, sentado en la silla frente a su escritorio.
Javi: ¿Pudiste... hablar con ella?
Derek: ¿Tú que crees? —Lo miró de mala forma.
Javi: Lo siento —Sacó de detrás suyo una camiseta de Derek, la de Móstoles para ser más específicos—. Toma, estaba en la lavadora
Ortega recibió la prenda, la miró un segundo y luego la arrojó a la cama.
Javi: ¿No piensas renovar?
Derek: Tío... —dijo en forma de regaño, no quería hablar más de ello pero su amigo insistía.
Javi: O también podría ser con otro equipo, podrías probar un cambio, siempre son buenos y...
Derek: ¡Javi! —Lo interrumpió alzando la voz—. ¡No he decidido nada!
Su mejor amigo lo miró con sorpresa y un toque de tristeza. Estaba muy consciente de que la situación de Derek era muy difícil, y lo era aún más con cada día que pasaba.
En ese momento, se escuchó el timbre de la casa.
Javi: Voy a... abrir —Intentó decir algo más, pero no tenía más palabras así que salió de la habitación.
