Takeda sintió su corazón acelerar mientras se giraba hacia la puerta. Ahí estaba él, Ukai, su alfa, con una mirada que mezclaba sorpresa y algo de nostalgia. Los alfas, al notar la tensión, se quedaron en silencio, expectantes. Ukai, conocido por ellos como su jefe, no esperaba encontrar a alguien tan importante de su pasado en ese lugar.
Ukai, al entrar en la sala, parecía no prever este encuentro. Sus ojos recorrieron la habitación hasta que finalmente se encontraron con los de Takeda. La sorpresa en su rostro fue evidente; claramente no había previsto ver a Takeda allí.
—Takeda... —dijo Ukai, su voz reflejando incredulidad y confusión— No sabía que estarías aquí.
Takeda, con una mezcla de emociones, evitó mirarlo directamente, pero la tensión en el ambiente era palpable. Los recuerdos de su historia juntos inundaban su mente, dificultándole mantener la compostura.
Bokuto, con su habitual curiosidad, rompió el silencio con una pregunta inocente:
—¿Se conocen? —preguntó, su voz cargada de genuina sorpresa.
Akaashi, que estaba a su lado, lo golpeó levemente en el brazo, sugiriendo con la mirada que era mejor no entrometerse en ese momento tan cargado de emociones.
—Bokuto, por favor... —murmuró Akaashi en voz baja, tratando de minimizar el impacto de la pregunta.
Takeda, aún sin levantar la mirada, respiró hondo y finalmente habló, su voz apenas un susurro que parecía llenar la habitación.
—Sí, nos conocemos. Este es... —hizo una pausa, como si las palabras le costaran salir— Este es Ukai.
Los alfas intercambiaron miradas, claramente sorprendidos. Conocían a Ukai como su jefe, pero no sabían de su conexión personal con Takeda. La revelación era impactante y necesitaba tiempo para ser asimilada.
Ukai, aún sorprendido por la inesperada reunión, avanzó un poco más, sus ojos reflejando una mezcla de emociones mientras observaba a Takeda.
—No esperaba encontrarte aquí, Takeda —añadió Ukai, su voz firme pero cargada de una extraña ternura— No sabía que estarías en este lugar.
Los chicos se miraron entre sí, intentando comprender la magnitud de lo que estaba sucediendo. La tensión en el aire era casi tangible, y todos sabían que estaban a punto de presenciar algo significativo, aunque no entendieran completamente qué era.
Hinata, incapaz de contenerse, dio un paso adelante, su curiosidad mezclada con preocupación.
—¿Qué es lo que compartieron? —preguntó, su voz temblando ligeramente.
Takeda finalmente levantó la vista, enfrentando a Ukai con una expresión que combinaba dolor y resolución.
—Ukai y yo... —empezó, pero se detuvo, buscando las palabras adecuadas— Ukai fue mi alfa hace muchos años. Nos separamos por circunstancias complicadas, y desde entonces, nuestras vidas tomaron caminos distintos.
La revelación dejó a todos boquiabiertos. El ambiente, ya de por sí cargado, se volvió aún más denso con el peso de las palabras del pelinegro. Ukai asintió lentamente, como si confirmara una verdad que había permanecido oculta durante demasiado tiempo.
—Y he venido aquí por razones de trabajo, sin saber que te encontraría —dijo Ukai, claramente desorientado por la presencia de Takeda—. Pero ahora que estás aquí, tal vez podamos hablar, si estás dispuesto.
Takeda cerró los ojos por un momento, respirando profundamente. Abrió los ojos y miró a Ukai directamente, la determinación clara en su mirada.
—Está bien, Ukai. Hablemos —dijo Takeda finalmente, su voz firme— Pero no aquí. Vamos a otro lugar donde podamos estar a solas.
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"Betta splendens"(omegaverse)
FanfictionLa idea de que los omegas son débiles es una percepción arraigada en la sociedad, pero ¿qué pasaría si un grupo de omegas decidiera desafiar esa noción y demostrar su fuerza y capacidad intelectual? Para lograrlo, podrían recurrir a una pequeña ment...