12✨

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Los chicos estaban disfrutando de la barbacoa, después de todo, la merecían por su arduo trabajo y tal vez no se verían en mucho tiempo.

Un teñido y un rubio estaban sentados en los escalones de la entrada. Kenma se encontraba jugando en su consola, que hacía mucho no ocupaba, y Tsukishima estaba conversando con el pecoso, que estaba de pie a su lado comiendo un plato de carne.

- Necesitan comer más -se les acercó Daichi para ofrecerles carne y onigiris.

- Eh... no puedo comer tanto... -se excusó el rubio de lentes.

- Vamos, come algunas verduras también- ahora se acercó Kuroo con más comida, Kenma se iba a ir sigilosamente -Tú también, Kenma, no te escapes- el peliteñido pegó un brinco y volvió a sentarse negando con la cabeza.

-Coman un poco de arroz- les insistía el capitán de los Cuervos.

-Come algo de carne, Tsuki- ahora había llegado Bokuto gritando con dos pinzas con carne en sus manos. El de lentes se estremeció al estar rodeado. Al ver la escena, Yamaguchi soltó una risa.

-Bokuto-san, Kuroo-san, Daichi-san, déjenlos en paz- el ojiazul se acercó a ellos y se sentó a un lado de Kenma, quien soltó su consola y se acomodó en el hombro de Akaashi, cerrando los ojos cansado. El omega pelinegro lo imitó y apoyó su cabeza en la del teñido, cerrando de igual manera sus ojos.

A Kuroo y Bokuto les dieron la imagen más tierna de sus vidas.

A Kuroo y Bokuto les dieron la imagen más tierna de sus vidas

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...

Por otro lado, se encontraban Hinata, Noya, Tanaka y Kageyama haciendo el baile de la carne, bueno, el pelinegro lo intentaba.

Suga se sentía en casa con sus alocados compañeros, incluyendo a los alfas de quienes últimamente se había comenzado a encariñar. La tranquilidad se sentía en la atmósfera, y no se imaginó lo que pasaría a continuación.

El sonido de unos autos deteniéndose fuera de la mansión llamó la atención de Shoyo, quien por instinto se acercó a Kageyama, resguardándose tras él.

-¿Qué pasa?- le preguntó preocupado al más pequeño, cuando un nuevo ruido resonó en el patio.

El sonido de la puerta principal yéndose abajo llamó la atención de todos en aquella barbacoa. Rápidamente, Kuroo, Kageyama y Nishinoya se escabulleron hacia donde tenían todas sus armas guardadas, mientras los otros se resguardaban en algún lugar dentro de la mansión. Una balacera se hizo presente en el salón, alarmando a todos.

-¿Qué está pasando?- gritó fuerte Daichi en dirección a un sofá donde se encontraba Suga cubriendo su cabeza de las balas.

-No lo se- le devuelve el grito.

Un silencio se hizo presente y el sonido de unos pasos se hicieron presente.

"Betta splendens"(omegaverse)  Donde viven las historias. Descúbrelo ahora