Los empleados rápidamente se disculparnos por el inconveniente ya que algunos clientes se habían asustado por como un mueble se rompio de forma misteriosa.
-No les hagas nada- pidió Sanemi en un susurro, no quería que nadie muriera.
-Tranquilo no lo haré, tu solo come tus dulces felizmente- sonrió y siguió tomando su té junto a unos dangos.
¿Como podia comer si tenia a dos viejas camaradas sentados a unas mesas detras de el? No podría calmarse aunque quisiera.
-Cariño, cálmate, todo estara bien- trato de calmarlo pero parecía no funcionar -Si no te calmas entonces... te tomare frente a todos justo aquí- sonrió de forma pervertida haciendo sonrojar y enojar al albino.
-¡¡Pervertido!!- grito golpeando la mesa y siendo escuchado por muchos de los clientes de ahí, incluso por sus compañeros.
-Veo que ya te calme un poco- soltó una pequeña risa.
Más que calmarlo lo avergonzó, ¿en verdad seria capaz de hacer eso? Claro que si y ahora mismo lo vería.
Sanemi se tenso al sentir como algo se metía entre sus piernas y presionaba su miembro sobre la ropa, era Diablo, el estaba usando su pie para frotar su miembro de forma lenta sacandole varios suspiros.
-¿Q-Que haces...?- susurro muy sonrojado.
-Nada importante, tu solo sigue comiendo- río divertido.
¡¿Como queria que comiera en esa situación?! ¡¿Acaso esta loco?! ¡Qué pregunta más tonta! ¡Claro que lo está!
-Cariño, si no comes me vere en la obligacion de ir más lejos- hablo como si no estuviera haciendo nada malo.
Nadie podía verlos, después de todo estaban sentados casi en una esquina del local y las mesas tenían manteles que llegaban casi hasta el suelo cubriendo la vista de todo el que pasaba serca de ellos.
-Y-Ya basta~ por favor~- rogó cerrando sus piernas lo más que podía.
-Abre- ordeno y Sanemi abrió las piernas dándole total acceso.
Ahora estaba más que claro que si iría más lejos si no se comía lo que pidió, pero ahora con el embarazo y lo de la noche anterior, todo su cuerpo estaba mucho más sensible de lo normal.
-¿Y bien?- presionó más fuerte sacandole un gemido que por suerte Sanemi pudo silenciar al taparse la boca.
-Y-Yo~ co-comere~- con su otra mano agarro un dango y empezó a comerlo.
Claro Diablo también comió pero lo hizo sin detener su pie que cada vez presionaba más y más el miembro de Sanemi haciendo que gimiera cada vez más seguido, pero el se aseguraba de no ser escuchado.
-¿Terminaste?- pregunto al ver los platos vacíos y por fin detener lo que estaba haciendo a escondidas de todos.
-S-Si- respondió con más calma comiéndose el último mochi sakura, no era su favorito pero al verlo en el menú se le antojo.
-Bien- levantó la mano haciendo que el mesero que los atendía fuera a atenderlos -¿Me da la cuenta? Y otra orden de ohagi para llevar por favor- pidió.
-Claro enseguida se lo preparamos, esta seria la cuenta- le entrego un papel con el precio de todo lo que ingerieron.
Tras pagar y esperar que les dieran la orden Diablo se levantó y paro al lado de Sanemi para darle la mano, al principio dudo pero la aceptó y al ir hacia la salida no pudo evitar ver a sus compañeros.
Se comportó con la mayor calma posible peor el sentir sus miradas lo ponía nervioso, ¿que pensarían de el cuando les dijera todo lo que paso? ¿Que harían... al saber que cargaba con el hijo de un demonio?
-Alto ahí- la voz de Kyojuro los detuvo a ambos.
-¿Necesitan algo? Estamos cansados y queremos irnos a casa- Diablo se dio la vuelta lentamente.
-Shinazugawa...- ahora hablo Tomioka viendo como el mencionado no los miraba.
-Ah~- Diablo soltó un suspiro pesado -Si que son bastantes molestos- a medida que hablaba su cabello corto y negro iba creciendo mostrando unas puntas azules.
Ambos pilares sacaron sus katanas listos para pelear, sin embargo Diablo solo abrazo a Sanemi quien no dudo en aferrarse a sus ropas escondiendo su rostro en su pecho.
-¡¡Shinazugawa, habla!! ¡¡Vinimos a ayudarte!! ¡¿Porque no te alejas de ese demonio?!- grito Tomioka, sentía como la presencia de ese demonio se volvía cada vez más pesada poniéndolo bastante nervioso.
-¡¡Shinazugawa, rapido alejate de el!!- grito Kyojuro, estaba igual de nervioso que Tomioka, sin embargo Sanemi negó con la cabeza en total silencio.
-Lamento decirles que no puede, ya que si lo hace... alguien morirá- se río abrazando más fuerte al albino.
-¿A que te refieres?- soltó Kyojuro muy confundido.
-Exactamente a eso, veran, con mi tecnica de sangre ate su alma a dos de las personas que más aprecia y una de ellas es su amado patron- río mostrando sus filosos colmillos -Si se aleja o alguien lo aparta de mi, esas personas moriran sin que el ni nadie pueda hacer algo al respecto- sonrió al ver los rostro de enojo de los pilares -Mejor hay que preguntarle si quieres irse, Sanemi ¿quieres irte con ellos?- pregunto.
Un leve silencio se formó por unos cuantos segundos hasta que Sanemi finalmente dijo algo en todo ese tiempo.
-No... no quiero ir con ellos...- hablo entre cortado como si fuera a tener un ataque de nervios o algo parecido.
-Ya escucharon- un de sus portales apareció detrás de ambos -Nos vemos-
Con eso dicho el portal los rodeo a ambos haciéndolos desaparecer lentamente, Kyojuro y Tomioka trataron de atacarlo pero no pudieron llegar a tiempo.
Habían fallado.
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Dolor (Male Reader Seme x Sanemi Shinazugawa)
RandomSanemi Shinazugawa, un cazador de elite que odia a todos los demonios sin excepción. Diablo, un demonio sumamente poderoso que adora jugar con los demás de distintas formas.