Dolor (Male Reader Seme x Sanemi Shinazugawa)

.05.

Algo no estaba bien, esto no estaba bien, ¡¿Porque hace todo lo que le dice?!

Después de que fuera obligado a beber ese líquido rosa su cuerpo ya no hacía lo que quería.

Diablo le ordenó que le abriera las piernas, y así lo hizo.

Le ordenó que se pusiera en cuatro contra el borde del sauna, y lo hizo.

¡No importa cuanto tratará de resistir, su cuerpo se movía por sí solo!

-Eso cariño~ sigue gimiendo para mi~- río ese maldito demonio quien lo tomaba duramente.

Ahora se encontraba con ambas manos apoydadas en una de las piedras al borde del agua del sauna para sostenerse mientras el demonios sujetaba con fuerza sus caderas para embestirlo con gran rudeza.

-D-Desgraciado~ y-yo~ te voy a_ ¡Ahg~!- una fuerte embestida lo calló intercambiando los insultos por gemidos.

-Cariño, creo que me voy a venir- se río por la inútil resistencia del pilar.

-N-No te atrevas~ h-hazlo af-afuera ¡Hazlo afuera!- grito al sentir como las embestidas aumentaban nuevamente.

-¿Que lo haga en lo más profundo de ti?- Se burlo.

-¡¡No~!!- grito pero nuevamente sintió como era llenado por el espeso y caliente semen del demonio.

Rendido, Sanemi fue soltado y cayó contra el borde del sauna cansado y adolorido, su entrada ya no se cerraba bien y eso dejo que todo el semen del demonio saliera a chorros.

-Cariño, sientate y abre tus piernas- ordenó y otra vez contra su voluntad, Sanemi obedeció.

Rechinando los dientes y con una mirada de impotencia total por no poder negarse, Sanemi se sento usando sus manos como soporte para luego abrir sus piernas dejando toda su entrada al descubierto, la cual seguía expulsando el esperma del demonio.

Diablo sonrió gustoso, su nuevo juguete se veía tan enojado y aún así lo obedecía, uso una mano para meter dos de sus dedos en la entrada del pilar quien tembló y cerró los ojos.

-Eso es, no las cierres- dijo esta vez metiendo el tercer dedo y escuchando un quejido por parte del albino.

Diablo metia y sacaba sus dedos con lentitud, estaba tratando de sacar su semen del humano para poder llenarlo nuevamente, todo eso al mismo tiempo en que lo marcaba.

Sin detener sus dedos, besaba, mordía y chupaba los muslos del pilar dejando marcas por todas partes, clavaba sus filosos colmillos hasta hacerlo sangrar y hacerle saber que de cierta forma y aunque no quisiera, ahora el le pertenecía.

Y nunca lo iba a dejar ir.

-Listo- se sentó en el borde del sauna para luego ordenar -Ven y siéntete-

Sanemi tembló antes de que su cuerpo se moviera y fuera hacia el demonio, se sentó mirándolo cara a cara mientras el más alto lo acomodaba sujetándolo de su cintura.

-Bien, ahora baja tus caderas por mi- ordenó alineando su enorme miembro en la entrada del pilar.

-M-Maldito~ Ahg~ ¡Ahh~!- grito al sentir como su propio cuerpo lo traicionaba y se perforaba a sí mismo.

-Que hermosa voz tienes~ no sabes cuanto me gusta oirla gritar así- con cada palabra, daba una embestida directa hasta la próstata del albino quien por reacciono lo abrazo desde sus hombros para no caerse -Ahora... di mi nombre- ordenó.

¿Nombre? ¿Como quería que lo dijera si nunca se presentaron siquiera?

-Oh, cierto no te lo dije, bien me llamo Diablo- se presentó con una sonrisa -Ahora dilo- ordenó impaciente.

-D-Dia-blo~- gimió Sanemi en el odio del demonio.

-Dilo otra vez- ordenó y Sanemi obedeció.

-Dia-blo~- dijo esta vez un poco más alto.

-Bien, ahora repitelo una y otra vez- abrazo con fuerza al pilar para dar una embestida tan profunda que tenso el cuerpo del pilar.

-¡Ahg~! ¡Diablo~!- gimió con mucha fuerza recordando su espalda.

Ahora las embestidas era más profundas y el estar tan pegados el uno al otro el bulto que se formaba en el vientre de Sanemi era presionado una y otra y otra vez haciéndolo retorcerse en los brazos del demonio.

-Ngh~ Mmm~ D-Diab-blo~ Nnm~ Diablo~ Ahh~- Sanemi gemia en el oído del demonio quien al oírlo no pudo aguantar el querer besarlo -Mngh~ Nnm~ Ohh~ Omph~- gemidos ahogados salían de entre sus labios.

Dolía, dolía horrible, todo su cuerpo entero dolía, sus fuerzas se iban y su cuerpo ya no reaccionaba como el quisiera, dolía, pero aún así... se sentía tan bien.

-Cariño~- rompió el beso -Dime... ¿Cual es tu nombre?- pregunto curioso ya que aun no lo sabía.

No quería responderle, no quería, pero su boca se movió sola y las palabras salieron sin poder detenerlas.

-S-Sanemi~ Shi-Shinazugawa~- respondió ya rendido ante ese demonio.

No importara cuanto intentara, no importaba cuanto lo odiara, o cuanto deseara negarse, era más que obvio que estaba atrapado por ese demonio.

-Con que Sanemi... es un buen nombre- sonrió para darle un corto beso en los labios.

[...]

Horas después cuando por fin era de noche, Diablo salió del baño junto a un Sanemi desmayado por el cansancio.

Con paso lento fue hacia otra habitación, mucho más grande y linda que la anterior, con cuidado lo recostó en el futon para poder sacar el mismo frasco de antes ya vacío y tirarlo a la basura.

-Descansa cariño- deposito un beso en la frente del pilar -No me tardo nada-

Con esas últimas palabras Diablo salió de la habitación y luego de su finca para desaparecer entre la oscuridad.