CAPÍTULO 16

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Maddison

—¡Maddison! —escuchó una vocesita lejana qué me habla.

Me quejo y hundo mi cabeza en la almohada para seguir durmiendo.

—¡MADDISON!, ¡DESPIERTA! —abro los ojos de golpe al sentir el agua helada caer en mi rostro.

Cuando despabilo veo a Azul de brazos cruzados mirándome a los pies de la cama.

—¿Qué pasó? —digo mientras me rasco los ojos para poder despertarme bien.

—Ya son las ocho de la mañana.

—Que mal te hice yo para qué me despertes así.

—Maddison son las ocho de la mañana —repite—pensa porque te despertaría.

—¡Mierda! —salto de la cama al darme cuenta— ¿porque no me levantaste más temprano?.

Azul me mira con cara de ¿Enserió me estas diciendo esto?.

Me tendría que haber levantado a las 06:00 am para tener tiempo de prepararme.

—Literalmente llevo una hora intentando despertarte —me dice mientras me ayuda a tender mi cama— pero estabas durmiendo como una morsa. 

La verdad esque no pude pegar un ojo durante toda la noche, entre los nervios por hoy y el pensar qué volveré a ver al innombrable provocó qué no pudiera descansar como debería.

Me siento cansada lo máximo qué debo haber dormido son dos horas como mucho.

—Ve a ducharte y baja a desayunar.

Asiento y me adentro al baño, me desvisto, abro la ducha dejando qué el agua resbale por todo mi cuerpo, cierro los ojos y suspiro entrecortadamente al sentir el agua helada —siempre qué estoy estresada o nerviosa el agua fría es de mucha ayuda— después de un rato salgo, me lavo los dientes y vuelvo a mi habitación para vestirme.

Me pongo ropa cómoda para bajar a desayunar y de paso preguntarle a mi padre que carajos debo ponerme para el día de hoy, no se si tengo qué estar con un outfit deportivo o un outfit elegante sport.

—Buenasss —saludo entrando al comedor.

—Buen día hija —saluda mi padre.

—Al fin despertó la bella durmiente —dice mi hermano.

—Tampoco me dormí tanto —me acercó a la mesada para servirme una taza de cafe—anoche me costó mucho dormir.

—¿Estas nerviosa? —pregunta mi padre.

—Maso menos —respondo— más es la ansiedad qué me provoca el pensar qué puedo llegar a hacer algo mal.

Tomo asiento y acompaño mi cafe con una tostada con huevo revuelto encima.

—Lo harás perfecto —dice Azul tomando asiento a mi lado— sos genial en todo lo qué te propones.

—En todo este tiempo qué llevamos entrenando y por lo qué me comentó Bastian —automaticamante me empieza a doler la cabeza con la mención de ese nombre— dice qué te va muy bien con el combate cuerpo a cuerpo.

IRRESISTIBLE TENTACIÓN [+21]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora