IRRESISTIBLE TENTACIÓN [+21]

CAPÍTULO 19

Bastián

—¡Quiero a todos en mi oficina en dos minutos!—le aviso a uno de mis escoltas.

Este asiente y sale rápidamente de la sala.

Me dirijo hacia mi oficina molesto, me acerco a la mesita donde esta la bebida para servirme un vaso de whisky y tomo asiento detrás de mi escritorio detallando la nota que me entregaron hoy.

"Mientras más tardes en dar con mi paradero, más cerca estoy de ti Bastián Di Marco, tus días como líder están en cuenta regresiva."

Muerte al capo di tuti capi y Muerte a todos los Di Marco.

D.C

Hoy comienza mi venganza contra todos los Capellari, primero los voy a desestabilizar atacando cada una de sus propiedades, después seguire con su familia hasta llegar al hijo de puta mayor.

Dante Cappellari tiene los dias contados.

Tocan la puerta y doy la orden para qué pase quien sea que esté tocando.

—Hermano ¿que sucedió? —entra Alessandro cerrando la puerta— ¿Cual es el motivo de la reunión? afuera están el resto esperando por entrar pero primero quise pasar yo.

—Dante Cappellari —digo y veo como su rostro se tensa— ahora que entren todos.

El resto de mis hombres de confianza se adentran a la oficina, seguido de Lombardi y Ángelo. Inconscientemente al ver que entra Lombardi no puedo evitar buscar con la mirada a una rubia pero la puerta es cerrada y no entra nadie más.

—¿Tu hija? —preguntó una vez que no la veo— debería estar aquí cumpliendo su papel de sottocapo.

—Tenía clases, ya debe venir en camino.

Lo ignoró y tomo un trago de mi whisky antes de empezar a hablar.

—Bien... querrán saber el motivo de esta inesperada reunión —digo mientras tomo la nota que me mando el hijo de puta— Esta nota me llego hoy amenazandome a mi y a mi familia.

Todos se miran y el primero en hablar es Fabio Lombardi.

—Déjame adivinar, el remitente es el malnacido de Dante Cappellari.

—Bingo —contesto dejando la nota sobre el escritorio para que la vean— esta amenaza no la voy a pasar por alto así que a partir de hoy comenzamos con los ataques a los Cappellari.

—¿Por donde quiere qué empecemos señor? —pregunta Ángelo.

—Primero quiero... —dejo de hablar cuando la puerta es abierta por la rubia que se lleva la atención de todos en el lugar.

—Llega tarde señorita Lombardi.

—Disculpe, tuve un inconveniente.

—Cuándo se cita a una reunión importante es necesario llegar puntual —digo mientras ella me fulmina con la mirada— ¿o acaso no le enseñaron lo que es la puntualidad?.

—Claro que me la enseñaron señor Di Marco pero si tuve un inconveniente que puedo hacer, se escapa de mis manos —dice con tono firme y se gira mirando a Ángelo.