Soobin no pudo más con la curiosidad de la ya mencionada publicación de Yeonjun. Sabía que con eso iba a autosabotearse y se lastimaria así mismo, pero, ¿qué más daba?, si su corazón estaba hecho pedazos con sólo la ausencia de su esposo, con sólo saber todo lo que esté hacia a sus espaldas, con todo. Una simple publicación ya no le mataba.
Al menos eso creía.
Uso su computadora portátil que normalmente usaba para trabajar, era lo único que le quedaba después de haber hecho pedazos su celular. Inicio sesión en la página, usó su cuenta secreta para poder stalkear a gusto y se metió a la opción de búsqueda de la página de instagram, donde yacía el nombre del usuario que solamente le interesaba ver. Había subido historias, eso no le había comentado Taehyun. Quizá las vería después, le interesaba más la dichosa publicación. Al instante sus ojos ya estaban atentos a cualquier detalle que se hiciera presente en todo momento.
Al principio solamente se podía observar fotos de él en la gran fuente que se encontraba ubicada en la plaza comercial del centro de la ciudad, sabía que esas fotos las había tomado su esposo, de eso estaba seguro. Siguió deslizando, viendo las bonitas fotografías que había posteado.
Hasta que una llamó su atención. Y al instante, sintió una enorme opresión en su garganta, entro en un estado de taquicardia y sus ojos empezaron a lagrimear.
Yeonjun estaba posando en una de sus pinturas.
"La otra mujer. La que le pertenece a todos y a la vez a nadie", era el pie de foto que tenía su cuadro exhibido en ese museo, obra por la que fue reconocido, su más grande tesoro en toda su trayectoria de casi diez años en el mundo del arte y la pintura. Una pintura al óleo donde mostraba la agonía de una mujer de vestido blanco, en medio de la oscuridad siendo abrazada por un gran cisne de plumaje negro, en su rostro se podía apreciar su maquillaje corrido por toda su cara de tanta tristeza encima que únicamente podía ser desechada en lágrimas. Sonrió al ver su pintura, estaba contento de recordar como fue que pidió que exhibieran su trabajo en ese museo que significaba tanto para él. Cuando se mudó a Seúl, era su única fuente de inspiración.
También significaba tanto, por el simple hecho de que ahí fue su primera cita con Hueningkai.
Y ahora quería incendiar ese museo por completo después de deslizar la última fotografía del hilo de la publicación donde se podía apreciar el abrigo beige que le regaló de cumpleaños a su esposo.
Estaban juntos, de eso no había duda alguna. Yeonjun sabía cómo jugar sucio, no por algo tuvo el descaro de postear una fotografía de él en el museo, tomado de la mano con alguien que no se podía distinguir a simple vista. Solamente Soobin podía reconocer a kilómetros ese elegante abrigo que a su esposo le encantaba usar. Él mismo se lo obsequió el año pasado en su cumpleaños número veinticinco. Comenzó a llorar desconsoladamente, cerrando de golpe su computadora, dejándola de lado antes de que también te atravesará el puño a la pantalla de la misma. Rápidamente sus tripas se revolvieron, generando un horrible malestar en su estómago que acabó en vomitar, se arrodilló en el inodoro y lo hizo, llegando a salpicar un poco de la sucia y asquerosa agua que yacía en el inodoro en su cara, todo esto mientras lloraba y las lágrimas no dejaban de brotar de sus ojos.
La puerta principal fue abierta en ese entonces, se exhaltó, olvidó ponerle seguro a esta misma. Se calmó un poco cuando escuchó la voz de su amigo gritar su nombre.
—por Dios Soobin, ¿qué pasó aquí?— Taehyun estaba horrorizado con el desastre que había en la sala, las tarde con la imagen de su amigo llorando aferrándose a la tapa del inodoro mientras aún tosía con esperanzas de vomitar algo más, sin embargo, eran simples espasmos que no le permitían tranquilizarse. Lo acarició por la espalda una vez que lo vió ahí, estaba realmente asustado.
Y a la vez sentía tanta impotencia.
—calma, ya todo está bien..
Soobin se volteó en ese momento, tratando de regular su respiración, limpio su boca con la manga de su suéter y se lanzó contra los brazos de Taehyun, quien lo envolvió en un cálido abrazo y lo acompañó en su duelo, ambos llorando en ese momento. —¿lo viste?— preguntó, recibiendo un movimiento de cabeza por parte de Soobin.
—se tomó una foto con mi pintura, no puedo creer que Hueningkai lo haya permitido. No puedo creer que esto este pasando Tyun, quiero morirme.
Esas palabras fueron como disparos a su corazón, le dolía bastante ver a su amigo así, le dolía que deseará su propia muerte por un hombre que no valía la pena en lo absoluto. —por favor déjalo Soobin, mira como te tiene.. hazme caso, puedes venir unos días a mi casa, puedes ir a terapia, puedes volver a trabajar, puedes conocer a alguien más una vez que sanes todo esto. Me tienes a mí, tienes a Beomgyu y tienes a tu papá. Tienes dinero, tienes gente que te quiere aún sin conocerte. ¿Porque sigues mendigando el amor de un hombre que ni siquiera se quiere así mismo?, te lo suplico Soobin, es por tu bien.. sé que es difícil, pero no es imposible, créeme que será lo mejor.
—lo haré, lo haré. Pero sólo necesito hoy, necesito verlo por última vez, con el dinero que tengo tal vez pueda acelerar el proceso del divorcio. No lo quiero más en mi vida, ya no.
Nadie más se volvería a burlar de él. De eso estaba seguro.
•
Taehyun ayudó a limpiar el desastre que había hecho, tal vez con el tiempo podría comprarse un nuevo celular y otra pantalla. Lo primero era terminar su relación con Hueningkai, y era exactamente lo que haría. Después de una larga charla con Taehyun, estaba convencido. Su esposo no volvería a dañar su corazón más, no volvería a burlarse de él. No volvería a usarlo.
—carajo amigo, ¿hace cuánto no limpias aquí?, he visto un par de esas cosas— Se quejó Taehyun después de limpiar detrás del fregadero donde salieron dos pequeños roedores escondiéndose lo más pronto posible. Sinceramente, Soobin había descuidado muchísimo su hogar, ahora los roedores entraban fácilmente, cuando antes ni uno solo se acercaba, eso cuando estaba más activo y limpiaba compulsivamente.
—son tus hermanitos, no te quejes— se burló.
—agh, que gracioso. Sabes, si le pones un trozo de pan con un poco de veneno, se irán o morirán. Estas mierdas vienen de las alcantarillas, no vives en el campo amigo, realmente no puedes quedartelas como mascotas. Son una plaga.
Taehyun tenia razón, tal vez debería pedirle un poco de veneno para ratas a su esposo ahora que vendría en camino.
Una vez que terminaron de limpiar, Taehyun se retiró de ahí, no sin antes abrazar y besar a Soobin en la mejilla con todas sus fuerzas, sin antes hacerle saber que él era fuerte y podía enfrentar a Kai. Ahora le llamaría, eran las ocho de la noche. Debía hacerse de la vista gorda y llamarle para preguntarle si venía en camino o no. Tuvo que usar el teléfono fijo de su casa para poder hacerlo, quizá eso le extrañaría a su esposo, quien contesto su llamada sólo diez segundos de que entrará.
"hola, ¿vienes en camino ya?"
"hey, que seco estás.. estoy en camino amor, ¿necesitas algo?"
"mm.. sabes?, vi un par de ratas detrás del fregadero. ¿Crees que podrías traer.. veneno?, son un poco molestas.."
"sí, supongo amor. ¿Qué tal la cena?"
"no cocine hoy, trae lo que quieras. Lo comeremos aquí, ¿sí?"
"mm, aún estoy a tiempo de llegar antes de que cierre tu restaurante favorito, ponte lindo y pasaré por ti, ¿de acuerdo?"
"está bien, buen viaje.. te amo"
"también te amo, mi niño"
•
el fin se acerca 👄
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suitor
Fanfiction"lo amaba tanto, que fui capaz de matar por él." -kaibin/sookai -(sb bttm - kai tp) -smut mención constante de temas explícitos como violencia, adicciones, autolesiones, tca, etcétera. TODOS los personajes son mayores de edad. ⚠️ leer bajo tu pro...