Pasiones Destructivas

Capítulo 19

Antes de comenzar con el capítulo me gustaría recomendar la lectura acompañada de la siguiente cancion, para una mejor experiencia.

[Tambien la puedes encontrar al último de la playlist de Spotify que deje al inicio del libro]

***

Continuación...

Paris.

Calisto

Podía sentir la mirada de Jason sobre mí en todo momento.

Cuando Estefan se acercó a mí, sentía como la filosa mirada de Jason me traspasaba.

Ahora yo lo controlaba.

Le pedí a Estefan que se acercara más a mí y que me tomara por la cintura mientras bailábamos y sin rechistar lo hizo.

Sentir sus manos sobre mí me dio una descarga eléctrica por todo el cuerpo.

Jason no despegaba la vista de nosotros.

-Pégate más a mí y susúrrame al oído – le pedí de nuevo a Estefan.

Lo hizo tal cual que de verdad sentí como si fuera genuino.

-Callie, no sé qué decirte al oído, me pongo nervioso. – dijo riendo.

-imagínate a mí, tu sigue así. Lo estás haciendo bien.

Estefan siguió pegado a mi mientras me hacía preguntas triviales para no apartarnos.

-Estefan yo sé que esto va a ser extraño de nuevo, pero bésame. Bésame como si fuera Crista, imagínate que soy ella, no habrá problema, porque yo necesito imaginar que eres Jason.

Él no me dijo nada, pero se acercó a mi lentamente y me tomo con más fuerza de las caderas.

Se quedo quieto a milímetros de mi boca, dando a entender que estaba pidiendo permiso a lo que asentí despacio.

Estefan me besó. Al principio empezó lento y tímido, pero con forme pasaba el tiempo, el beso era cada vez más intenso, necesitado y sensual.

Mi clítoris palpito y mi humedad aumento.

Imagine que era Jason quien me tomaba así de la cintura y me besaba con tanta pasión.

Mi excitación se elevó y me fue inevitable no gemir contra el beso.

Estefan se despegó lentamente de mí y comenzó a descender hacia mi cuello dando pequeños besos húmedos.

-Oh – gemí

-Crista- susurró Estefan contra mi cuello.

Y eso fue lo que por fin me trajo a la realidad de nuevo.

No alejé a Estef, pero abrí los ojos y la realidad me pegó de golpe.

Jason se dirigía hacia nosotros y su enojo se notaba a metros de distancia.

Estaba encabronado.

-Ey Estef. Pará. – Lo detuve, haciendo que él también se alejara y se disculpara.

-Tenemos que irnos Jason viene hacia acá. – le conté mientras lo tomaba de la mano y lo sacaba de la pista del otro extremo.

Mientras caminábamos pude ver de lejos como Flo se interponía en el camino de Jason y ¿Lo reprendía?

Dios, como amaba a esa mujer.

Deje de verlos para seguirle el paso a Estefan

Estábamos caminado por un costado de la pista hasta que un fuerte agarre en mi brazo me detuvo.