𝑪𝒂𝒑𝒊𝒕𝒖𝒍𝒐 𝑺𝒆𝒊𝒔

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Charles cada día se asombraba más de cómo se esparcía la información en su secundaria. Si antes era un simple rumor de que, supuestamente, él y Carlos estaban juntos, ahora era casi oficial. ¿Cómo el establecimiento completo se había enterado de que iban a trabajar juntos para un informe de matemáticas en apenas una hora? Ni idea. Charles suponía que el hecho de que fue en realidad la profesora la que los juntó no contaba. Ellos dos iban a trabajar románticamente juntos y eso parecía ser lo más importante.

Sí, claro. Romántico su trasero.

Era un informe de matemáticas, la asignatura que más odiaba en el mundo, junto con la última persona con la que hubiera querido hacer un trabajo de cualquier tipo. Esa debía ser la cita más romántica del mundo, sin dudas.

Pero al mal tiempo, buena cara.
La idea de que por primera vez tuviera una posibilidad real de sacar una nota máxima en matemáticas tenía demasiado atractivo. Y el 70 % del trabajo era más escribir que usar números. No podía ser todo tan malo.

— Charles.

Carlos lo llamó cuando ya iba saliendo por la entrada del establecimiento. Como el trabajo era para dos semanas y media más, Charles no se había preocupado de hablar con su compañero sobre cómo y cuándo harían el informe.

— Necesito pedirte que hagamos el informe lo antes posible. Estoy entrenando y no tengo mucho tiempo disponible.

Charles estuvo tentado a
preguntarle para qué estaba
entrenando, pero se mordió la lengua. Ese no era asunto de él.

— Tú dime, entonces.

— ¿Este lunes? Lo tengo libre.

—El lunes está bien. ¿Después de
clases?

— En la biblioteca.

—Perfecto. Adiós, nos vemos, hasta entonces.

Sin esperar respuesta alguna, Charles se dio media vuelta y siguió su camino. Acción de la que se arrepintió a los pocos segundos después de hacerlo. Eso había sido muy mal educado de su parte y muy lejano a su naturaleza.

Está bien, lo admitía. Podrían haber pasado varios días desde que la bomba (entiéndase por correos) explotó, pero el asunto aún le costaba. Y, de todas formas, nunca había sabido cómo tratar a Carlos realmente (razón por la que, derechamente, no lo trataba de ninguna forma).

Aunque ahora estaba jodido. De aquí al lunes tendría que superar el sonrojo, la timidez y la torpeza.

Lo que parecía tan fácil de decir y tan difícil de hacer.

—¿No te molesta mucho trabajar con Carlos, Charles? —preguntó Lance mientras regresaban a sus hogares.

— No me molesta trabajar con él, la verdad. Más me molesta todos los rumores que se dirán y que no serán verdad.

— Lo que pasó en matemáticas realmente fue mucha mala suerte, ¿no creen? —comentó Yuki reflexivamente.

Podría ser, pensó Charles. Nunca antes le había tocado hacer un trabajo de ese tipo con Carlos y era realmente irónico que fuera justo ahora la oportunidad de hacerlo.

—Ya me imagino como estarán los comentarios en facebook ahora en la tarde ―sonrió Lando al pensar en ello, como si esperara varios minutos de diversión—. ¿Aún sigues en lo de no meterte en ninguna red social, Charles?

— Sí, y definitivamente pienso seguir de esa forma después de lo de hoy.

El comentario hizo reír a sus amigos, pero Charles lo decía muy en serio. Incluso temía que, para cuando volviera a usar sus cuentas, ni siquiera se acordara de las contraseñas. Por suerte, él nunca fue del tipo de chico dependiente de la vida virtual. Menos mal.

𝓪𝓹𝓹𝓪𝓻𝓮𝓷𝓽𝓵𝔂 𝓱𝓮 𝓵𝓲𝓴𝓮𝓼 𝔂𝓸𝓾 || ᴄʜᴀʀʟᴏꜱ ||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora